En un nuevo episodio que subraya las tensiones en la región, el ministro de Defensa de Polonia, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, ha anunciado el despliegue de cazas por segundo día consecutivo para interceptar un avión de reconocimiento ruso que sobrevolaba el mar Báltico. Sin embargo, el ministro ha asegurado que la aeronave no ha cruzado el límite del espacio aéreo polaco.

Los cazas MiG-29 han sido enviados como respuesta a lo que Kosiniak-Kamysz ha descrito como una creciente amenaza a la seguridad nacional polaca, en línea con las preocupaciones manifestadas por la agencia de noticias PAP. Este incidente se añade a otro similar que tuvo lugar el día anterior, en el que fue identificado un avión ruso Il-20.

Las inquietudes sobre las acciones rusas en Europa del Este han resonado fuertemente tanto en la Unión Europea como en la OTAN. Las organizaciones han expresado su alarma ante el aumento de las incursiones rusas, que se han manifestado a través del uso de drones y aeronaves militares, así como con violaciones del espacio aéreo de varias naciones. Polonia, al ser vecina de Ucrania, se mantiene en alerta ante los riesgos significativos que conlleva esta proximidad.