Por primera vez fuera del prestigioso índice DAX alemán, el grupo Porsche ha enfrentado una caída significativa en la Bolsa de Frankfurt, con un descenso del 8% en el valor de sus acciones en la jornada de este lunes. Esta situación se presenta tras el anuncio de la empresa, el pasado viernes, de un recorte en sus expectativas de ventas y rentabilidad para 2025.

Las acciones de Porsche comenzaron el día cotizando a 32,33 euros, marcando una caída del 8,01% respecto al cierre de la sesión anterior, un golpe que coincide con su debut en un contexto bursátil más complicado. Por su parte, Volkswagen, también afectada, vio descender sus títulos en un 6%, cerrando a 92,03 euros.

La reciente comunicación de Volkswagen sobre el ajuste de sus proyecciones ha suscitado preocupación entre los inversionistas. Según la automotriz, las expectativas de rentabilidad operativa han cambiado drásticamente, reduciendo la previsión para 2025 a una horquilla de entre el 2% y el 3%, frente al rango anterior de entre el 4% y el 5%. Además, la liquidez neta prevista se ha ajustado a alrededor de 30.000 millones de euros, bajando respecto a las estimaciones anteriores de entre 31.000 y 35.000 millones.

A pesar de mantener sin cambios su estimación de ingresos por ventas, Volkswagen ha moderado su ambición de rentabilidad a medio plazo, bajando el objetivo original del 15% al 17% a un nuevo rango situado entre el 10% y el 15%.

Las tensiones no acaban ahí; las malas perspectivas para Porsche también impactarán negativamente en Volkswagen, con una pérdida estimada de 5.100 millones de euros en resultados operativos. Esto se debe a que Porsche ha decidido abandonar un proyecto de vehículo colaborativo con Volkswagen, optando por una mayor flexibilidad en sus sistemas de propulsión.

Pese a estas adversidades, Porsche ha mantenido su objetivo de ventas para 2025 en un rango de entre 37.000 y 38.000 millones de euros. Sin embargo, la rentabilidad sobre ventas se ha ajustado a un máximo del 2%, bajando significativamente desde el anterior rango de entre el 5% y el 7%. La previsión del margen EBITDA automotriz también se ha reducido, situándose ahora entre el 10,5% y el 12,5%, en comparación con la estimación anterior de entre el 14,5% y el 16,5%.

En términos de dividendos, el comité ejecutivo de Porsche ha indicado que propondrá una distribución que sobrepase considerablemente su política existente a medio plazo. No obstante, se prevé que el monto total sea notablemente inferior al del ejercicio previo.

Ante todas estas reconfiguraciones, Porsche ha manifestado su compromiso con un enfoque estratégico a largo plazo, a pesar de que estas decisiones impacten negativamente en los resultados financieros a corto plazo. "Estamos recalibrando la empresa para enfrentar un futuro desafiante y reconocemos la importancia de estas inversiones", declaró la firma.