En un contexto de tensiones políticas, el Lehendakari Imanol Pradales ha dejado claro que su presencia en la Conferencia de Presidentes en Santander no se debió a un deseo de participar en debates acalorados ni en las dinámicas de confrontación que caracterizan actualmente al Estado. Su intención, según sus propias palabras, ha sido la de "defender los intereses de Euskadi".

Pradales expresó su descontento respecto a la forma en que se han desarrollado las discusiones en esta conferencia. A su juicio, ha imperado "la pugna política polarizada" que ha calado hondo en el panorama estatal, impidiendo así cualquier avance significativo en el abordaje de los temas que verdaderamente preocupan a la ciudadanía. Aunque reconoció que la reunión fue correcta en términos formales, destacó que, en lo que respecta a los contenidos, se ha quedado muy por debajo de las expectativas y demandas que los tiempos actuales exigen.

El Lehendakari no dudó en señalar que, a pesar de sus esfuerzos, la confrontación política sigue dominando el escenario estatal, lo cual resulta perjudicial para la búsqueda de soluciones efectivas a los problemas que enfrenta la ciudadanía. "Desgraciadamente, esto es lo que sigue prevaleciendo entre algunos partidos políticos", lamentó, haciendo hincapié en que tales dinámicas no contribuyen a plantear soluciones a los desafíos presentes.

Durante su intervención, Pradales recordó que su participación en la Conferencia tenía como objetivo primordial la defensa de los intereses de Euskadi. Con este propósito, presentó un conjunto de 22 medidas enfocadas en áreas críticas como la migración, la vivienda, la atención sanitaria y la utilización de fondos europeos, buscando así un enfoque proactivo frente a los retos que enfrenta su comunidad.

Para finalizar, reafirmó su postura, reiterando que su objetivo no era "pasar el día ni participar en la bronca política del Estado". Subrayó que la delegación vasca había llegado a Santander con propuestas concretas necesarias para enfrentar los desafíos históricos que tiene Euskadi, dejando claro su compromiso con el progreso y el bienestar de la sociedad vasca.