El Partido Socialista de Portugal logrará sacar adelante el proyecto para legalizar la eutanasia y la muerte asistida en la Asamblea de la República, sin aceptar las modificaciones requeridas por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, quien había recurrido por cuarta vez a su poder de veto.

Según la Constitución lusa, si el presidente no promulga una ley, los legisladores pueden esquivar el veto si cuentan con la mayoría absoluta en la asamblea, algo que está al alcance del partido que lidera el primer ministro, António Costa. En consecuencia, si Rebelo de Sousa renuncia a promulgar el texto, tendría que rubricarlo en los siguientes ocho días.

Eurico Brilhante Dias, líder del grupo socialista en la Asamblea, ha confirmado que recurrirán a esta vía, subrayando que es el momento de respetar la mayoría parlamentaria y al Parlamento, tras una reunión del grupo, según informa la agencia de noticias Lusa.

El miércoles por la tarde, Rebelo de Sousa ya había sugerido que no sería un drama la aprobación del proyecto, alegando que solo buscaba más precisión en el texto. El presidente opina que, dado que la eutanasia se reserva a situaciones en las que una persona esté impedida físicamente, debe quedar claro quién define la incapacidad física del paciente para administrar los fármacos letales, así como quién debe garantizar la supervisión médica durante el acto de la muerte asistida.