El embajador de Rusia en la ONU, Vasili Nebenzia, ha criticado a las potencias occidentales, acusándolas de contribuir a la proliferación descontrolada de armamento en todo el mundo debido a sus constantes suministros a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Nebenzia ha dicho que a pesar de promover continuamente el concepto del comportamiento responsable y el control de armas, la crisis en Ucrania es un verdadero indicador de la falta de sinceridad de sus declaraciones.

Nebenzia ha destacado que la postura de Rusia siempre ha sido la de denunciar los riesgos bastante reales de los envíos de armamento a Kiev, independientemente de los diferentes enfoques que pueda haber. En cuanto a los problemas que puede generar el suministro bélico a Ucrania, Nebenzia ha alertado de que los constantes envíos de armas pueden provocar que los gobiernos no estén interesados en poner fin a los conflictos, ya que se pliegan a los intereses de la industria armamentística.

Nebenzia también ha criticado a los estados que no solo envían armamento a otros países, sino que presionan a terceros países para que violen acuerdos previos con Rusia para fortalecer las capacidades del Ejército ucraniano. Además, ha recordado que los países que estuvieron bajo la influencia soviética, especialmente los países del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania), tienen prohibido suministrar equipamiento militar de aquella época y que, por tanto, tales acciones son una violación directa de las normas internacionales en el campo del control de armas convencionales, independientemente de los objetivos que las expliquen.