En un giro inesperado en el ámbito de la exploración espacial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha nombrado a Sean Duffy, actual secretario de Transportes, como el nuevo administrador interino de la NASA. Esta decisión se produce pocos días después de que Trump decidiera retirar la nominación de Jared Isaacman, una figura cercana a Elon Musk, quien últimamente ha caído en desgracia en el entorno político.

La elección de Duffy ha sido respaldada por Trump, quien elogió su labor en el sector del transporte, destacando su capacidad para implementar modernos sistemas de control del tráfico aéreo y su compromiso con la mejora de la infraestructura, como puentes y carreteras. “Sean está llevando a cabo un trabajo increíble y estoy seguro de que también será un gran líder para la NASA, aunque pase poco tiempo en el cargo”, expresó en sus redes sociales.

Este nombramiento llega en un contexto de tensión entre Trump y Musk, quien había apoyado a Isaacman para liderar la NASA. Tras su nominación inicial en diciembre, Trump reconsideró su decisión a finales de mayo, citando razones relacionadas con los lazos comerciales de Isaacman con Musk.

Isaacman, un multimillonario y pionero en vuelos espaciales privados, reconoció que la decisión de Trump fue "inapropiada" y resaltó la necesidad de un liderazgo fuerte y de confianza en la agencia. En un mensaje publicado en la red social X, deseó éxito a Duffy en su nuevo papel.

Sin embargo, la NASA enfrenta un periodo de incertidumbre, ya que más de 2.100 empleados de alto nivel se encuentran en riesgo de perder su trabajo, de acuerdo con un informe de 'Politico'. Este número alarmante se alinea con las políticas de austeridad promovidas por la Administración Trump y plantea serias dudas sobre el futuro de la agencia y su dirección bajo el liderazgo temporal de Duffy.