
El 25 de julio, desde Madrid, se han dado a conocer los resultados financieros del grupo Volkswagen para el primer semestre del año. La compañía reportó un beneficio neto de 4.005 millones de euros, lo que implica una reducción del 36,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
A pesar de esta caída en las ganancias, la cifra total de ingresos se mantuvo relativamente estable, con una ligera disminución del 0,3%, sumando un total de 158.364 millones de euros. El conglomerado, que incluye marcas destacadas como Volkswagen, Seat/Cupra, Audi y Skoda, ha logrado sostener su actividad comercial en un entorno complicado.
En cuanto a las ventas globales, Volkswagen reportó un incremento, alcanzando las 4,4 millones de unidades vendidas entre enero y junio, lo que representa un 1,3% más que el año anterior. Además, se observó un notable crecimiento en la demanda de vehículos eléctricos, con un aumento del 62% en la cartera de pedidos en Europa, y un 19% en general para la región.
Sin embargo, el beneficio operativo reflejó una disminución notable, situándose en 6.707 millones de euros, un 32,8% menor que el del año pasado. Este decrecimiento se atribuye a los aranceles impuestos por Estados Unidos, los esfuerzos de reestructuración y las inversiones necesarias para cumplir con las regulaciones de emisión de CO2 en Europa.
Oliver Blume, el consejero delegado de Volkswagen, subrayó que la empresa ha sabido mantener su fortaleza en un ambiente de mercado sumamente desafiante. Resaltó las mejoras significativas logradas en áreas como diseño, tecnología y software, y mencionó que la compañía consolida su posición de liderazgo en la movilidad eléctrica, con una cuota del 28% en el mercado europeo.
Ante este panorama, Blume expresó su optimismo respecto al segundo semestre del año, gracias a una buena demanda en sus productos y a una ofensiva constante en innovaciones. La empresa prevé que sus ingresos se mantendrán alineados con los del año anterior, aunque ha ajustado sus expectativas de crecimiento, ahora situándolo en menos del 5% en lugar del incremento previamente proyectado.
En el área automotriz, Volkswagen anticipa que la tasa de inversión se mantendrá entre el 12% y el 13% para el presente ejercicio. Además, el flujo de caja neto proyectado para 2025 se ha revisado a una cifra entre 1.000 y 3.000 millones de euros, contrastando con la estimación anterior que oscilaba entre 2.000 y 5.000 millones. Esta revisión incluye gastos tanto para futuras inversiones como para procesos de reestructuración.
Las perspectivas de liquidez neta en la división automotriz han sido ajustadas a un rango de 31.000 a 33.000 millones de euros, inferior al intervalo previamente previsto de 34.000 a 37.000 millones, reflejando la necesidad de adaptaciones en el contexto financiero actual.
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