En un evento monumental celebrado en Pekín, el presidente chino Xi Jinping ha dirigido un imponente desfile militar con motivo del octogésimo aniversario de la victoria sobre Japón. La ceremonia, que tuvo lugar en la emblemática plaza de Tiananmen, reunió a dignatarios internacionales, entre ellos los líderes de Rusia y Corea del Norte, Vladimir Putin y Kim Jong Un, así como a otros 20 jefes de Estado de diversas naciones, lo que subraya la relevancia del momento.

Durante su discurso, Xi Jinping planteó la idea de que el mundo se encuentra en un punto crítico de decisión, donde se debe escoger entre la paz o la guerra, y entre el diálogo o la confrontación. Frente a una gran fotografía de Mao Zedong, afirmó con convicción que “la noble causa de la paz y el desarrollo humano prevalecerá”. Estas palabras fueron transmitidas por la agencia de noticias estatal Xinhua, reforzando el mensaje de unidad y progreso.

El acto, que contó con la participación de miles de militares y una impresionante exhibición de vehículos bélicos, sirvió además para rendir homenaje a los veteranos chinos, resaltando el sacrificio histórico del pueblo chino en la defensa de la civilización humana y la paz en el mundo. Xi no solo revisó las tropas, sino que también buscó proyectar una imagen de fortaleza y cohesión nacional.

Entre los asistentes al desfile se encontraban 26 líderes mundiales, con Putin y Kim como figuras destacadas, siendo esta la primera visita de Kim a China en seis años. Muchos de los presentes habían participado recientemente en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, donde se discutieron temas de cooperación y fortalecimiento de vínculos, especialmente con India y su primer ministro Narendra Modi.

Este desfile es parte de la estrategia de Xi Jinping para mostrar la creciente potencia militar de China y fomentar un sentimiento nacionalista en un contexto global de tensiones, especialmente con Estados Unidos y las aspiraciones de Taiwán. China busca reafirmar su papel como un pilar fundamental del orden internacional en un mundo postbélico.

Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump no perdió la oportunidad de criticar a sus homólogos rusos y norcoreanos, acusándolos de “conspirar” contra Estados Unidos. En un mensaje dirigido desde su plataforma Truth Social, recordó la contribución “sangrienta” de su país a la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial, insistiendo en la importancia de la historia en el contexto actual.