Este lunes, el presidente de Vox, Santiago Abascal, no ha escatimado críticas hacia Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP). Abascal acusó a Feijóo de ser cómplice del Gobierno de Pedro Sánchez, especialmente en aspectos de política internacional, afirmando que ya es hora de que se acabe ese "sostenimiento" al Ejecutivo de coalición entre PSOE y Sumar, que a su juicio se manifiesta “en todas partes y a todas horas”.

Durante su intervención, Abascal subrayó las preocupantes afinidades entre el PP y el PSOE, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. “El señor Feijóo necesita comprender que no se puede ser coincidente con Sánchez y su equipo en política nacional, ni tampoco en la internacional”, afirmó con énfasis, dejando claro su descontento con la postura del PP.

El líder de Vox no se detuvo allí y demandó una transformación en la actitud del partido “popular”. A través de la plataforma de Twitter, vociferó que ya es suficiente con “sostener a Pedro Sánchez en todas partes y a todas horas”, enfatizando la urgencia de un cambio de rumbo.

En respuesta, Borja Sémper, portavoz nacional del PP y vicesecretario de Cultura, contraatacó con firmeza. “Mientras tú te opongas a Zelenski, el PP seguirá haciendo oposición a Sánchez y a Putin”, fue su contundente respuesta, que resalta la nueva estrategia del PP de no eludir la confrontación con Vox.

Sémper, también a través de las redes sociales, reafirmó el compromiso del PP con la defensa del derecho internacional, la soberanía de Ucrania y la diplomacia, manifestando su intención de colaborar con Estados Unidos sin caer en servilismos.

Este intercambio sugiere un cambio de dirección en la estrategia del PP, que hasta ahora había optado por ignorar a Vox, pero que ahora parece dispuesto a enfrentarlo directamente. Esta nueva postura llega en un momento crítico, ya que las encuestas muestran un ascenso de Vox, aunque desde ‘Génova’ minimizan esta tendencia, recordando que “lo que sube, baja”. Fuentes del PP han indicado que la postura de Vox hacia los aranceles de Trump podría ser un factor negativo para ellos en el futuro.

Por su parte, Abascal ha defendido fervientemente al nuevo presidente de Estados Unidos, argumentando que es erróneo verlo como un enemigo de Europa simplemente por priorizar los intereses norteamericanos, una declaración que hizo desde Washington hace una semana.