Bruselas, 8 de abril. La Comisión Europea está por presentar una nueva serie de aranceles a Estados Unidos como respuesta a las tarifas del 20% impuestas a todas las importaciones europeas y del 25% a automóviles y componentes provenientes de la UE. Esta acción podría activarse en mayo, a menos que Washington se muestre dispuesto a entablar verdaderas negociaciones en este ámbito, mientras que los 27 países que conforman la Unión continúan evaluando otras estrategias para contrarrestar estas presiones a largo plazo.
Este nuevo paquete de medidas arancelarias es independiente de otro que ya está en proceso de implementación, el cual servirá como respuesta inicial a los aranceles del 25% impuestos al acero y aluminio europeos. Se espera que esta primera serie de aranceles sea formalmente aprobada el próximo martes. Tras una votación programada para el miércoles, su entrada en vigor se realizará en tres etapas durante el año: el 15 de abril, el 16 de mayo y el 1 de diciembre, siendo esta última específicamente para la soja y almendras.
En un giro notable, Bruselas decidió excluir el bourbon y los vinos americanos de esta primera serie de aranceles después de hacer un cuidadoso análisis de las inquietudes expresadas por varias capitales europeas, incluido el pedido de Francia para proteger el bourbon de represalias por parte de Estados Unidos, que podrían impactar en los vinos y otros licores europeos con gravámenes de hasta el 200%.
A pesar de la retirada de estas bebidas, los funcionarios europeos continúan desarrollando nuevas medidas arancelarias en respuesta a las tarifas impuestas por la Casa Blanca, que se justifican bajo el lema de "reciprocidad", aunque desde la UE no existen cargas arancelarias equivalentes que justifiquen tal postura.
Fuentes cercanas a la Comisión han confirmado que la propuesta de nuevas tarifas se revelará la próxima semana, con la intención de discutir su aprobación en mayo, a menos que los Estados Unidos se comprometan a entablar un diálogo auténtico que evite un aumento en la tensión comercial.
Durante una reciente reunión extraordinaria de ministros de la UE en Luxemburgo, Maros Sefcovic, comisario de Comercio, reiteró que el bloque europeo no descarta ninguna opción si continúa la confrontación comercial proveniente de Estados Unidos. Sin embargo, se abstuvo de detallar las preferencias de los distintos países miembros o los efectos esperados de las medidas que se estudian.
Mientras que la imposición de nuevos aranceles sigue siendo una posibilidad, hay un creciente llamado entre los países de la UE para explorar otros mecanismos, como uno en desarrollo que busca combatir futuras coerciones económicas que pudieran obligar a la Unión a tomar decisiones en detrimento de sus intereses, como la flexibilización de los estándares de ingreso al mercado o modificaciones legislativas forzadas.
Sefcovic, quien ha viajado dos veces a Washington para intentar frenar los aranceles sin éxito, reiteró su disposición al diálogo durante una conversación de dos horas con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y Jamieson L. Gree, una figura clave en la política comercial de la administración actual de EE. UU.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que durante este diálogo también se propuso a Estados Unidos un acuerdo de cero aranceles para productos industriales, un movimiento que beneficiaría especialmente al sector automotriz. Sin embargo, aunque Von der Leyen señala que esta propuesta está nuevamente sobre la mesa, Sefcovic matizó que no se ha formalizado en el presente, siendo una opción a contemplar en futuras negociaciones.
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