Madrid, 16 de septiembre. En un nuevo capítulo del prolongado conflicto en Gaza, el Ejército israelí ha ejecutado un asalto aéreo, lanzando misiles contra la torre residencial Ghefari, uno de los edificios más altos de la ciudad. Esta acción fue justificada bajo la alegación de que se trataba de un sitio que albergaba "infraestructura terrorista" vinculada al Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás.

Según un comunicado difundido a través de redes sociales, las fuerzas israelíes afirmaron que el edificio era utilizado para instalar equipos de recopilación de inteligencia y para establecer puntos de observación que, supuestamente, servían para monitorear las posiciones del ejército israelí y planificar ataques contra el Estado de Israel y sus fuerzas.

En respuesta a las críticas sobre el impacto de sus operaciones en la población civil, el Ejército israelí ha afirmado que ha tomado precauciones para minimizar los daños, incluyendo una advertencia de evacuación previa al ataque, el uso de "armas de precisión" y la implementación de "información de Inteligencia adicional" para guiar sus acciones.

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