El líder checheno Ramzan Kadirov ha reportado recientemente que un dron atacó un importante edificio dedicado a las fuerzas especiales en Grozni, la capital de Chechenia. Según Kadirov, los sistemas de defensa aérea del país lograron derribar el vehículo no tripulado, lo que resultó en cuatro agentes con heridas consideradas "leves".

En un comunicado emitido a través de su cuenta de Telegram, Kadirov especificó que el incidente ocurrió alrededor de la 1:00 de la madrugada hora local, y que el dron fue destruido en el aire antes de que causara daños significativos. “No hay heridos graves”, enfatizó el líder checheno, buscando reducir la gravedad del acontecimiento.

Describiendo los daños, Kadirov indicó que el dron, al estallar en el aire, provocó cierta destrucción en el tejado del edificio y rompió algunas ventanas. "Los fragmentos que cayeron provocaron un pequeño incendio, pero este fue rápidamente extinguido", añadió, asegurando que el inmueble no sufrió daños severos.

El líder checheno, que ha sido un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin, no se detuvo ahí en su declaración. Kadirov insinuó que este ataque podría ser parte de una maniobra mayor por parte de lo que él denomina los "nazis ucranianos", alegando que estos intentos son esfuerzos patéticos para hacer creer a sus apoyos occidentales que están logrando algo notable mediante esta táctica.

Además, Kadirov subrayó que este ataque solo refuerza la determinación de Chechenia en su lucha. Reveló que existe una reserva de 84,000 voluntarios y combatientes dispuestos a ser desplegados en la línea de frente tan pronto como reciban la orden correspondiente. Con un tono desafiante, Kadirov prometió que “por estos cuatro heridos, mataremos a 400 ucronazis”.

En paralelo a estas afirmaciones, el Ministerio de Defensa ruso ha informado que en las últimas horas interceptaron otros 15 drones provenientes de Ucrania, incluyendo cuatro en la región de Kursk, tres en Osetia del Norte-Alania y ocho en la península de Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014. Este informe resalta la intensificación constante del conflicto en la región y la continua utilización de tecnología no tripulada en las hostilidades.