La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación en Madrid, Guadalajara y Toledo en la que se han desmantelado 13 plantaciones hidropónicas y se ha detenido a 16 personas pertenecientes a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, vinculada al Clan Kavac de origen serbio.

Los agentes han incautado más de 3.000 plantas de marihuana, 150 kilogramos de marihuana envasada al vacío, 54.000 euros en efectivo y ocho armas de fuego, incluyendo un subfusil. Además, en los registros realizados en los domicilios de los líderes de la organización y en otros lugares, también se han encontrado dos vehículos y numerosa documentación. Los principales responsables de la organización vivían en urbanizaciones de alto nivel adquisitivo en Madrid y utilizaban vehículos de alta gama.

La organización exportaba la droga principalmente a países del norte y este de Europa. La Policía trazó un mapa de las plantaciones indoor en diferentes áreas rurales de las tres provincias, lo que permitió desmantelar un total de 13 plantaciones, ocho de las cuales estaban en Toledo, cuatro en Madrid y una en Guadalajara. Las detenciones de los 16 miembros de la organización se produjeron en Toledo y Madrid.

La operación fue llevada a cabo por agentes del Grupo Especial de Operaciones y de la Unidad de Intervención Policial debido a la alta peligrosidad de los miembros de la organización. La Policía afirma que los miembros de la red habían perfeccionado su modus operandi, conformando diferentes canales de abastecimiento tanto de la marihuana como de su cultivo, lo que les permitía una continua recepción de la droga.

La organización desarticulada contaba tanto con cultivos hidropónicos indoor gestionados por los integrantes de la organización, como ajenos, procedentes de una nutrida red clientelar de grupos criminales repartidos por distintos puntos del país. Los miembros de la organización realizaban la carga de la droga utilizando vehículos caleteados, furgonetas y turismos, y siempre contaban con, al menos, un vehículo "lanzadera" que hacía las funciones de contravigilancia y armas para defenderse de posibles ataques o para perpetrar atentados contra miembros de otras organizaciones, ya que en Serbia se encuentran enfrentados a grupos rivales.

La Policía también asegura que era frecuente que los integrantes de esta organización cambiaran de domicilio y de vehículos para dificultar su detección.