
Un reciente encuentro de grupos ecologistas y ONGs medioambientales ha dejado clara su preocupación sobre el rumbo de las negociaciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se desarrolla en Bakú, Azerbaiyán. Organizaciones como Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF han manifestado su descontento ante lo que consideran un progreso "lento" en las discusiones climáticas, mientras que Greenpeace ha señalado que, a pesar de la ausencia de líderes mundiales, aún es posible tomar decisiones significativas.
En este contexto, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacó en su intervención ante otros líderes la necesidad de abordar de manera colectiva la lucha contra el cambio climático. Durante su discurso, hizo referencia a la devastación causada por la DANA en Valencia, subrayando la importancia de proteger a las víctimas y prevenir futuras tragedias de este tipo. Sánchez insistió en que es fundamental trabajar para que "los desastres naturales no se repitan y se multipliquen".
El presidente español también subrayó la necesidad de mejorar la salud pública a la par que se avanza en la lucha climática. En este sentido, reafirmó el compromiso de su Gobierno por impulsar una financiación climática justa y sostenible, enfatizando que se deben involucrar aquellos sectores y personas que actualmente no están contribuyendo de manera proporcional a la crisis climática.
Pedro Zorrilla, representante de Greenpeace España en la COP29, elogió la postura de Sánchez sobre la transición energética, quien destacó que este proceso debe beneficiar a toda la sociedad. Asimismo, Zorrilla aplaudió la intención de implementar impuestos basados en el principio de "quien contamina, paga", así como la urgencia de eliminar rápidamente los combustibles fósiles. Sin embargo, expresó su decepción al notar que estos compromisos no se están trasladando efectivamente a la política nacional en España y criticó la falta de anuncios concretos en cuanto a medidas a adoptar.
El evento ha estado marcado por la notable ausencia de líderes globales clave como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el ruso Vladimir Putin y el chino Xi Jinping, además de varias figuras europeas que tampoco han asistido, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien se encuentra ocupada en Bruselas con la confirmación de su equipo.
Zorrilla sugirió que estas ausencias podrían estar relacionadas con la inminencia de las elecciones en Estados Unidos y las conversaciones en curso sobre el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NOCC). Este objetivo, parte del Acuerdo de París, busca establecer metas financieras para apoyar a las naciones en desarrollo en sus esfuerzos climáticos, siendo actualmente de 100.000 millones de dólares anuales, lo cual se percibe como insuficiente.
A pesar de las ausencias, Zorrilla mantiene la esperanza de que se alcance un acuerdo durante la próxima semana, aunque reconoció que la presencia de los líderes es fundamental para estimular a sus delegaciones. Aun así, remarcó que la falta de asistencia no impide el desarrollo de las negociaciones, que continúan en marcha.
La primera semana de la cumbre culminó con un acuerdo sobre las normas para un mercado centralizado de carbono, un sistema que permite a los países colaborar en el cumplimiento de sus objetivos de reducción de emisiones. Sin embargo, el representante de Greenpeace España mostró su escepticismo sobre este acuerdo, señalando que ha sido alcanzado de manera “muy poco transparente” y que los criterios establecidos son tan vagos que podrían conducir a cualquier interpretación.
Por su lado, Javier Andaluz Prieto, coordinador de Clima y Energía en Ecologistas en Acción, expresó su frustración ante la decisión inicial de la cumbre, considerando que esta va en detrimento del trabajo realizado previamente sobre el NOCC. Resaltó que un nuevo documento enviado esta semana contiene numerosas opciones sobre la estructura y cantidad de financiación, pero que carece de una agrupación clara de posturas, lo que implica un retroceso en las discusiones.
Andaluz Prieto también acusó a los países del Norte Global de estar adoptando una estrategia dilatoria, incapaces de proporcionar la financiación justa y necesaria. Advirtió que muchos países del Sur Global sienten que sus reivindicaciones no están siendo tomadas en cuenta, lo que dificulta llegar a consensos.
En cuanto a los mercados de carbono, el portavoz de Ecologistas en Acción los calificó como una "decisión negativa", sosteniendo que podrían llevar a confusiones en cómo se contabilizan las emisiones y afectar el enfoque de la lucha climática. A su juicio, unas soluciones adecuadas podrían implementarse si se respaldan por una financiación climática robusta y acorde a las necesidades reales.
Durante la COP29, Ecologistas en Acción también ha alzado su voz contra el "genocidio" en Gaza, resaltando que los gastos militares podrían destinarse al financiamiento necesario para África, que demanda inversión para reducir emisiones y adaptarse al cambio climático.
Mar Asunción, responsable de Clima y Energía de WWF España, también hizo eco de la lentitud en el progreso de las negociaciones, subrayando la urgencia de acciones contundentes ante la emergencia climática. Hizo un llamado al Gobierno español para que lidere la lucha contra el cambio climático y establezca un NOCC que responda a las necesidades de los países en desarrollo. Si bien considera que los mercados de carbono pueden ser herramientas útiles, enfatiza que no deben ser un sustituto de la reducción directa de emisiones.
Por su parte, Ana Márquez, técnica de Clima y Energía de SEO/BirdLife, insistió en la necesidad de acelerar el ritmo de las negociaciones, advirtiendo que será crucial empujar para construir acuerdos ambiciosos en la segunda semana de la cumbre. Expresó su deseo de que España asuma un papel de liderazgo, dada su influencia dentro de la UE como nación comprometida con la transición ecológica.
Antes de que comenzara la cumbre, representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) comunicaron que en esta Conferencia las delegaciones enfrentarían tres grandes desafíos. Uno de ellos es la elaboración de un NOCC que sea "ambicioso pero realista", lo suficientemente convincente como para asegurar la fluidez de fondos hacia los países en desarrollo. Otro aspecto es el impulso a las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs), que deberán ser presentadas antes de la COP30. Finalmente, resaltaron la importancia de guiar a las naciones sobre cómo cumplir con los resultados del primer Balance Mundial (GST) y otras decisiones clave de la COP28 en lo que respecta a adaptación, mitigación y transición justa.
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