 
                                        En una notable evolución hacia el futuro de las finanzas en Europa, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que avanzará a la siguiente etapa en el desarrollo del euro digital. Este movimiento se produce después de una fase preparatoria que comenzó en noviembre de 2023 y concluyó con éxito, lo que podría allanar el camino para una posible emisión de esta nueva forma de moneda en 2029, siempre que se apruebe la legislación necesaria en 2026.
El BCE ha señalado que la decisión definitiva sobre la emisión del euro digital, así como su cronograma, será tomada una vez que se firmen las leyes pertinentes. Esta estrategia subraya la importancia de contar con un marco legal sólido antes de avanzar hacia la implementación de este innovador sistema monetario.
Si se cumplen las expectativas y los legisladores europeos promulgan el reglamento para el euro digital en 2026, se podrían iniciar pruebas y operaciones preliminares en la segunda mitad de 2027. El Eurosistema se está preparando para esa potencial emisión a partir de 2029, asegurando que todos los sistemas estén aptos para adoptar esta nueva forma de dinero.
De acuerdo con el BCE, el euro digital no solo mantendrá la libertad de elección y la privacidad de los ciudadanos europeos, sino que también fortalecerá la soberanía monetaria y la estabilidad económica del continente. Además, se prevé que fomente la innovación en los procesos de pago, contribuyendo a que las transacciones en Europa sean más competitivas y accesibles para todos.
Es importante señalar que el euro digital se diseñará para complementar al efectivo, ya que el BCE también respalda la iniciativa de la Comisión Europea para garantizar que se resguarde el derecho de los ciudadanos a utilizar billetes en efectivo. Este enfoque busca equilibrar las nuevas tecnologías con prácticas tradicionales y esenciales.
El BCE ha estimado que el costo total de desarrollo del euro digital, incluyendo tanto las aportaciones internas como externas, alcanzará aproximadamente 1.300 millones de euros hasta su posible emisión. Se espera que los gastos anuales de operación, una vez en funcionamiento, sean de alrededor de 320 millones de euros, que el Eurosistema asumirá, similar a los costos actuales relacionados con la producción de billetes en euros.
Como en el caso del efectivo, se anticipa que estos costos se compensen con los ingresos derivados del señoreaje, incluso si las cantidades de euros digitales en circulación fueran menores en comparación con los billetes tradicionales. Esta medida busca asegurar que la introducción del euro digital no interfiera con los principios económicos establecidos.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, destacó la importancia del euro como un emblema de la confianza en la cohesión europea, afirmando: “Estamos comprometidos en adaptar nuestra moneda, desde los billetes hasta el efectivo digital, para enfrentar los desafíos del futuro”. Su declaración resalta el esfuerzo continuo para modernizar la infraestructura financiera de Europa y prepararse para la inminente revolución digital en el ámbito monetario.
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