El 26 de octubre en Madrid, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha efectuado un anuncio significativo: todos sus combatientes abandonarán sus posiciones en territorio turco. Esta decisión marca un avance crucial en el proceso de paz entre el Estado turco y el grupo armado, que el pasado mes de mayo proclamó su disolución tras más de cuatro décadas de conflicto armado.

Durante una conferencia de prensa llevada a cabo en el norte de Irak, los líderes del PKK presentaron el evento junto a impactantes retratos de su líder emblemático, Abdulá Ocalan, actualmente encarcelado. En este contexto, enfatizaron los "hitos de relevancia histórica" que han logrado hacia la construcción de una "sociedad pacífica y democrática", a lo que se añade ahora esta importante decisión de retirarse de Turquía.

El comunicado del PKK, leído ante los periodistas por Sabri Ok, miembro de su Consejo Ejecutivo, subraya que "la retirada de todas nuestras fuerzas en Turquía es un paso necesario para mitigar el riesgo de conflicto dentro de sus fronteras y para proteger a nuestros combatientes de posibles provocaciones". Esta declaración fue difundida a través de la agencia de noticias Firat, marcando un nuevo capítulo en la búsqueda de la paz en la región.