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El PP considera a Mazón un líder "agotado", pero Feijóo apena su dimisión hasta después de las elecciones.

El PP considera a Mazón un líder

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido por el momento no impulsar el cambio en la presidencia de la Generalitat Valenciana, actualmente ocupada por Carlos Mazón. A pesar de que algunos sectores dentro del partido consideran que Mazón está "amortizado" tras la devastadora dana del 29 de octubre de 2024, que causó la muerte de 229 personas en Valencia y dejó pérdidas económicas de gran magnitud, Feijóo se enfoca en otros asuntos estratégicos.

Según fuentes internas del PP, la prioridad de Feijóo es desviar la atención hacia los casos de corrupción que están salpicando al PSOE de Pedro Sánchez, así como presentar un plan alternativo en temas cruciales como la inmigración, la vivienda y la regeneración democrática. Dentro de este contexto, cualquier movimiento relacionado con la continuidad de Mazón podría ser visto como una distracción de la hoja de ruta que ha trazado el presidente del PP.

Aún más, Feijóo ha expresado su apoyo al compromiso de Mazón de vincular su futuro político al proceso de reconstrucción de la comunidad. Esto es vital en este momento, sobre todo después de que se haya alcanzado un acuerdo con Vox para aprobar los Presupuestos de 2026, un aspecto que se considera clave para la estabilidad del gobierno regional.

Hace tres semanas, Feijóo fue claro al afirmar que la permanencia de Mazón en su cargo está intrínsecamente ligada al éxito de la reconstrucción: "Su futuro político está atado al avance en este campo", subrayó, resaltando que los resultados de la recuperación serán determinantes para evalular el futuro político de Mazón.

Las voces en la sede del PP en Génova prefieren no hacer juicios anticipados sobre la gestión de Mazón, optando más bien por una postura de espera para observar cómo avanza la situación en la comunidad. Este sentimiento se hace más evidente con las elecciones en la Comunidad Valenciana ya en el horizonte, una variable que influirá en la decisión sobre el futuro del liderazgo regional.

Por otro lado, las acusaciones por la gestión de Mazón tras la dana continúan resonando, y muchos en el partido creen que la reacción más vociferante debe venir del PSOE, haciendo alusión a la falta de apoyo que podría recibir la ministra Diana Morant en caso de presentarse como candidata.

Un dirigente territorial del PP resumió la situación de Mazón señalando que "está ganando tiempo", y reiteró que la preocupación no debe recaer en Feijóo, quien no tiene prisa por dar un golpe de timón al liderazgo regional. La tendencia en las filas del PP parece apuntar a que Mazón complete casi toda la legislatura antes de que se tome una decisión sobre su sucesión.

Incluso algunos miembros del partido se atreven a especular que podría ser Mazón quien decida dar un paso al costado, una vez que se haya regulado la situación en la comunidad y su figura haya podido recuperarse en la opinión pública. "No debe repetirse como candidato", argumenta un miembro del PP que prefiere el anonimato.

En la oposición, no se han detenido las demandas de responsabilidades, y Mazón deberá comparecer ante la comisión del Congreso que investiga la gestión de la tragedia, un encuentro programado para el 17 de noviembre. Esto confirma la presión política que sigue sobre su gestión desde el fatídico 29 de octubre.

A pesar de la controversia, el descontento en las calles no muestra signos de disminuir; la ciudad de Valencia ha sido escenario de protestas en las que los manifestantes vuelven a exigir su dimisión. La Asociación de Víctimas Mortales ha indicado que sería apropiado que Mazón se ausentara del funeral de Estado programado para el miércoles, en respeto a las víctimas y sus familias.

Rosa Álvarez, presidenta de la asociación, ha indicado que el evento se centrará en los familiares y la Casa Real, mientras que desde el gobierno central, la portavoz Pilar Alegría ha instado a Mazón a escuchar y honrar a las víctimas. En medio de esta controversia, desde Génova, el PP prefiere permanecer al margen, afirmando que tanto la presencia de Mazón como de Sánchez será cuestionada por diferentes sectores de la población.