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En 2024, las mujeres constituyen el 38% del sector audiovisual, pero sus proyectos reciben un 24% menos de financiación, revela CIMA.

En 2024, las mujeres constituyen el 38% del sector audiovisual, pero sus proyectos reciben un 24% menos de financiación, revela CIMA.

MADRID, 6 de octubre. La representación femenina en la industria del cine español ha experimentado un avance significativo, alcanzando el 38 por ciento en 2024, un incremento con respecto al 37 por ciento del año anterior. Este dato proviene de la 10.ª edición del Informe sobre la situación de las mujeres en el cine español, que revela la persistente “brecha estructural” en el acceso a recursos presupuestarios, donde las películas dirigidas por mujeres cuentan con un 24 por ciento menos de financiamiento, equivalentes a más de medio millón de euros menos por producción.

El informe fue presentado en un evento en la Academia de Cine, coincidiendo con la celebración del Día del Cine Español. Se han analizado los últimos diez años de la trayectoria femenina en el cine, período en el que se ha pasado del 26 por ciento en 2015 a este nuevo 38 por ciento, señalando una tendencia positiva en la inclusión de directoras.

A pesar de estos avances, CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) continúa alertando sobre las desigualdades en el sector. A pesar de que se ha observado un aumento en la representación de mujeres en roles de liderazgo, persisten grandes diferencias. Las cifras revelan que sectores tradicionalmente masculinizados, como Producción (24%), Dirección de Fotografía (21%), Composición Musical (26%) y Sonido (26%), se encuentran muy por debajo de un estándar de igualdad.

El informe también pone de manifiesto que las ayudas económicas desiguales son un factor que perpetúa esta desigualdad: las ayudas selectivas presentan un desfase del 30 por ciento en comparación con sus homólogas generales, donde la disparidad es menos pronunciada. Esto destaca la necesidad urgente de abordar estas disparidades financieras que afectan las posibilidades de las cineastas.

CIMA ha identificado tres desafíos clave a seguir: primero, consolidar el acceso de mujeres a posiciones de liderazgo en la industria; segundo, mitigar la desigualdad económica que afecta a las creadoras; y tercero, fomentar una mayor diversidad interseccional, rompiendo con la homogeneidad cis, blanca y normativa que sigue prevaleciendo.

En cuanto al panorama del cine en 2024, un 36 por ciento de las películas compradas o coproducidas por grandes entidades como RTVE, Atresmedia Cine y Telecinco Cinema son dirigidas por mujeres. En detalle, RTVE lidera con un 38 por ciento, seguido por Telecinco con un 33 por ciento y Atresmedia con un 31 por ciento. Entre las plataformas de producción, Filmin (67%) y Movistar Plus+ (43%) sobresalen por su apoyo a películas dirigidas por mujeres, a diferencia de otros medios que aportan escaso respaldo a esta causa.

No obstante, el análisis reveló que la diversidad frente a las cámaras sigue siendo alarmantemente baja. El 100 por ciento de los papeles protagónicos están ocupados por actores cisgénero, mientras que las personas con identidades de género no hegemónicas apenas alcanzan el 0,6 por ciento, y solo en roles secundarios. CIMA también subraya la escasa representación de cuerpos no normativos, que solo representan un 6% en pantalla, con una notable feminización de la falta de normatividad, ya que un alto porcentaje de esos cuerpos son féminas cis.

La situación es aún más crítica para las personas con discapacidad, que se encuentran prácticamente invisibles en la industria, representando sólo un 0,65 por ciento de los actores y un escaso 4,88 por ciento de los personajes. Las personas racializadas sufren una representación similarmente deficiente, con un 4,55 por ciento de actores y un 3,90 por ciento de personajes que son racializados, mientras que el predominio de personajes blancos es abrumador.

Además, se reitera la existencia del edadismo de género. Las mujeres cis tienden a ocupar papeles protagónicos entre los 26 y 45 años, mientras que los hombres cis dominan las tramas significativas a partir de los 46 años, con una mayoría significativa en las franjas etarias más avanzadas.

Finalmente, CIMA ha instado a implementar medidas de casting inclusivo y a establecer criterios que impulsen la representación de identidades no cis, con discapacidad y corporalidades no normativas en roles protagónicos. Asimismo, aboga por narrativas que vayan más allá del conflicto para estas identidades y la necesidad de un seguimiento interseccional mediante indicadores públicos que permitan abordar y reducir las brechas de empleabilidad y representación en el ámbito cinematográfico.