Las autoridades de la Franja de Gaza, bajo el control de Hamás, han elevado su voz de alarma sobre la crítica situación de seguridad que enfrenta la región, señalando que el ingreso limitado de ayuda humanitaria está siendo saboteado. Esta denuncia llega en un contexto donde se acusa a Israel de llevar a cabo una "estrategia de caos y hambruna".

En un comunicado reciente, la oficina de medios de Gaza informó que de los 109 camiones de ayuda que lograron cruzar las fronteras en el día, muchos han sido objeto de robos y desvíos, lo cual, según ellos, es parte del deterioro de la seguridad facilitado deliberadamente por las fuerzas israelíes. Este contexto ha generado un grave obstáculo para la distribución de ayuda essencial a la población civil.

Además, se reveló que en la misma jornada, se llevaron a cabo seis incursiones aéreas israelíes, de las cuales cuatro impactaron en áreas ya determinadas como peligrosas o evacidas, poniendo en riesgo la vida de quienes permanecen allí. Se enfatizó que estas acciones no solo son inútiles, sino que también aumentan la amenaza para la vida de ciudadanos que ya se encuentran en condiciones críticas debido a la falta de alimentos.

La oficina de Gaza recordó la urgencia de asistencia humanitaria, subrayando que se necesitan al menos 600 camiones diarios para satisfacer las necesidades mínimas de la población. En este sentido, hicieron un llamado a la apertura inmediata de los cruces fronterizos y a que la entrega de la ayuda sea realizada bajo la supervisión de las Naciones Unidas, para asegurar que llegue a quienes más lo requieren.

La actual ofensiva en Gaza, que se desató tras los violentos acontecimientos del 7 de octubre de 2023, ha tenido un costo devastador, con reportes de más de 60,000 muertos palestinos y un impacto alarmante en la seguridad alimentaria, que ha cobrado la vida de alrededor de 150 individuos, incluidos decenas de niños, debido a la desnutrición y el hambre.