Madrid, 7 de mayo. Las autoridades de Gaza, bajo el control del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han expresado su profundo rechazo ante lo que califican como una “atroz masacre” ejecutada por las fuerzas israelíes en un centro educativo que albergaba a personas desplazadas en el campamento de Al Bureij. Este ataque ha dejado, hasta el momento, un saldo preliminar de más de 20 vidas perdidas.

Según un comunicado emitido por la Oficina de Medios del Gobierno de la Franja, se lamenta que "la ocupación israelí ha llevado a cabo un ataque devastador en la escuela Abú Hamisa, la cual está destinada a acoger a miles de refugiados del campamento Al Bureij”. Las cifras indican que al menos 22 civiles han perdido la vida y 52 han resultado heridos de diversa consideración, según lo informado en su canal de Telegram.

El comunicado también hace énfasis en que este acto violento es parte de un “genocidio” que se ha perpetrado durante 19 meses consecutivos, y señala que se ha llevado a cabo una ofensiva deliberada por parte de las fuerzas israelíes contra refugios y centros de desplazados, alcanzando hasta ahora un total de 234 ataques, lo cual constituye una grave violación del Derecho Internacional Humanitario.

Asimismo, se resalta la crítica situación del sistema de salud en Gaza, que atraviesa una crisis severa con la destrucción de hospitales y la negativa a prestar servicios médicos por parte de Israel. El personal médico enfrenta importantes carencias de suministros y el cierre de cruces fronterizos, lo que impide la llegada de heridos y la importación de combustible, agravando así una ya crítica situación humanitaria.

Las autoridades han condenado “enérgicamente” tanto el ataque que ha dejado un trágico saldo de vidas civiles como la complicidad de la Administración de Donald Trump con Israel en lo que describen como un continuo genocidio. Se ha hecho un llamado a responsabilizar a Israel, así como a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y a otras naciones involucradas en estas acciones violentas que han permitido la continuidad de los ataques.