MADRID, 28 de octubre. – Recientes imágenes han surgido de Iker Casillas después de un impactante episodio de robo en su vivienda. El extécnico del Real Madrid fue víctima de un atraco orquestado por su propia empleada del hogar, quien también era una persona de confianza desde 2019, y el vigilante de seguridad de la urbanización en la que reside, en las afueras de la capital española.

A pesar de encontrarse en Houston cuando se reveló la detención de su asistenta y su pareja, el exfutbolista ha regresado rápidamente a Madrid. Una vez en la ciudad, su primera acción fue dirigirse a la Comisaría Central de Policía de Hortaleza para declarar sobre el asalto, que implicó la sustracción de relojes de lujo valorados en más de 200.000 euros.

Tras estar más de una hora en el comisariado, Casillas dejó el lugar acompañando por dos personas de confianza, una de las cuales podría ser su abogado. Mostrando una actitud seria y evitando hacer comentarios a la prensa, el exjugador no ofreció detalles acerca del robo ni sobre su visita a la comisaría.

El episodio salió a la luz el pasado viernes, cuando se confirmó la detención de la empleada doméstica y su marido, quienes tras ser arrestados fueron liberados con cargos. Se les acusa de haber robado cinco relojes de alta gama, incluyendo un Rolex valorado en 50.000 euros, para luego sustituirlos por copias de mala calidad con el fin de que Casillas no sospechara.

A pesar de que su plan funcionó por un tiempo —incluso el vigilante de seguridad llegó a vender uno de los relojes por 26.000 euros tras desmantelarlo siguiendo un tutorial de YouTube—, el exfutbolista se dio cuenta de que las piezas no eran auténticas, lo que lo llevó a alertar a las autoridades. En pocos días, la pareja fue capturada por la policía.

“La Policía ha hecho un trabajo excepcional durante semanas. Todo lo que tenga que decir lo haré frente a ellos”, señaló Iker en declaraciones a “Espejo Público”, enfatizando que no se pronunciaría sobre lo que ha dicho la prensa respecto al incidente.

Sin embargo, su tono cambió en el programa “El tiempo justo”, donde criticó duramente al vigilante de seguridad, describiéndolo como un "mongolo" por admitir su culpabilidad. “Esto es un país de pandereta. ¿Cómo pudo pensar que no me daría cuenta de que esos relojes no eran míos? Yo, acción legal y fuera. Abogados, no voy a perder más tiempo”, concluyó con determinación.