En el contexto de las tensiones actuales, Irán reafirma su intención de continuar el camino diplomático hacia una solución que beneficie a todos los involucrados. Esta declaración se dio tras una reunión celebrada en Ginebra, donde altos funcionarios de Alemania, Francia y el Reino Unido se reunieron para discutir el futuro del programa nuclear iraní.

Este encuentro, que tuvo lugar el martes, es el segundo de su tipo en poco tiempo, ya que la última conversación relevante se había llevado a cabo el mes pasado en Estambul, Turquía. La presión aumenta sobre la llamada “troika” europea, que contempla la posibilidad de restablecer sanciones que habían sido levantadas tras el histórico acuerdo nuclear de 2015, generando así un ambiente de incertidumbre en la región.

Kazem Gharibabadi, viceministro de Exteriores para Asuntos Legales e Internacionales de Irán, utilizó sus redes sociales para instar a los actores involucrados, incluidos el E3 y el Consejo de Seguridad de la ONU, a tomar decisiones que favorezcan la diplomacia, permitiendo así que se respete el espacio necesario para el diálogo.

Asimismo, Majid Takht-Ravanchi, viceministro de Exteriores de Asuntos Políticos, formó parte de estas cruciales negociaciones, las cuales concluyeron sin anuncios significativos. A lo largo de las discusiones, cada parte presentó su perspectiva sobre la resolución 2231, que aborda las preocupaciones nucleares respecto a Irán.

Los representantes europeos han solicitado un mayor grado de colaboración por parte de Irán con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y un retorno a las mesas de negociación, con la esperanza de evitar la activación del mecanismo 'snapback' que podría restablecer severas sanciones.