 
                                        En el contexto actual de España, los datos revelan la complejidad de la multiculturalidad en el país. Según las estadísticas más recientes, España alberga a un total de 8.838.234 personas nacidas en el extranjero. Sin embargo, de este grupo, solo 6.502.282 son portadoras de la nacionalidad extranjera, lo que subraya la relevancia de los movimientos migratorios en la estructura social. De estos, un 24,4%, equivalente a 1.592.472, proviene de naciones de la Unión Europea, como se desprende de un informe publicado por Europa Press basado en el Instituto Nacional de Estadística (INE) a principios de 2024.
Por otro lado, las últimas cifras del INE, correspondientes al primer trimestre de 2025, reflejan que en España residen 6.947.711 extranjeros. Para contextualizar esta cifra, es esencial consultar los datos census anteriores, que muestran que, hasta enero de 2024, existían 6,5 millones de residentes nacidos fuera del país.
Las estadísticas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones apuntan que, al finalizar marzo de 2025, había 3.299.701 personas con permisos de residencia en vigor. Notablemente, más de un cuarto de estos individuos son de origen marroquí, lo cual destaca la diversidad de su procedencia.
En términos de tipo de autorizaciones, el 52% de los permisos, que corresponden a 1.704.190 personas, son de larga duración, lo que significa que tienen el derecho de vivir y trabajar en España de manera indefinida y bajo las mismas condiciones que los ciudadanos españoles.
En otro ámbito, los estudiantes internacionales también representan una parte importante del panorama migratorio, con 108.428 personas que cuentan con una autorización de estancia por estudios vigente a finales de marzo de 2025.
La organización Cáritas ha desempeñado un papel crucial en la atención a migrantes en situación irregular, apoyando a unas 550.000 personas en 2024, lo que implica que aproximadamente la mitad de sus usuarios se encuentra sin documentación regular. Estos datos provienen de su Memoria Confederal presentada en junio de 2025. A pesar de la inexistencia de registros oficiales sobre la población en situación irregular, la labor de Cáritas proporciona un acercamiento a esta problemática.
Cáritas ha emergido como una de las pocas entidades comprometidas con la atención a migrantes sin regularizar, brindando apoyo tanto a quienes llegan a través de canales de acogida de emergencia como a aquellos que llegaron legalmente pero enfrentan problemas administrativos tras la expiración de sus visados o la denegación de sus solicitudes de asilo.
El enfoque social de Cáritas se extiende más allá de la simple asistencia, fomentando la integración y el acceso a derechos y servicios básicos, lo cual es fundamental para la inclusión efectiva de estos grupos en la sociedad española.
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