La ultraderecha en los Países Bajos enfrenta un desafiante reto para formar gobierno tras su victoria electoral.

En un giro sorprendente, el ultraderechista Partido de la Libertad (PVV) logró una victoria en las elecciones celebradas en Países Bajos el miércoles pasado, lo que plantea un gran desafío para la formación de un gobierno en un país con una política altamente fragmentada.
El PVV, conocido por su discurso antiinmigración y anti-Islam, se ha convertido en el partido con mayor número de escaños en el Parlamento neerlandés, al obtener 37 escaños de los 150 en la Cámara Baja. Esto representa un cambio político sin precedentes en la historia del país.
Aunque estos resultados los acercan a la mayoría de 76 escaños necesaria para formar gobierno, el PVV necesitará la ayuda de otras formaciones para obtener el control del gobierno en un país con uno de los sistemas políticos más proporcionales y multipartidistas.
Geert Wilders, líder del PVV, ha declarado: "Somos el partido más votado en Países Bajos y los electores han hablado". Asegura que los ciudadanos volverán a ser prioridad y que ya ha comenzado las conversaciones con otros partidos. "Gobernaremos", afirmó.
Sin embargo, el bloque de izquierdas liderado por el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans ha descartado cualquier pacto con la ultraderecha, después de obtener 25 escaños. Timmermans expresó su decepción por los resultados y reafirmó su compromiso con el Estado de Derecho.
Otro partido relevante en las elecciones fue el Nuevo Contrato Social (NSC), liderado por el democristiano Pieter Omtzigt, quien obtuvo 20 escaños y también descartó trabajar con Wilders, al menos por el momento. Omtzigt considera que los resultados marcan una "nueva era" en la política de Países Bajos, aunque admitió que la victoria del PVV es un "gran golpe".
El PVV ahora se enfrenta al reto de formar una coalición de gobierno, y Dilan Yesilgoz, candidata del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del actual primer ministro en funciones Mark Rutte, no cerró la puerta a negociar con Wilders. Sin embargo, Yesilgoz enfatizó la necesidad de que Wilders demuestre que puede formar una mayoría.
Ahora queda por ver si Wilders podrá establecer esta coalición y si los partidos de izquierda restantes serán capaces de presentar una solución viable que evite un escenario de rupturas internas.
Los diputados deberán tomar posesión el 6 de diciembre y, hasta que se forme un nuevo gobierno, Rutte seguirá liderando el actual gabinete. Cabe destacar que el gobierno anterior tardó casi 280 días en formarse, tras prolongadas rondas de negociaciones.
En los últimos tiempos, la política neerlandesa ha sido testigo de una disminución en apoyo a los líderes y partidos tradicionales, quienes han ido perdiendo votos gradualmente, siguiendo una tendencia observable en gran parte de Europa.
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