MADRID, 22 de octubre (CHANCE) -

La tan esperada noche del reality Supervivientes All Stars volvió a convocar a los concursantes en Honduras, donde la mesa de las tentaciones marcó el inicio de un nuevo capítulo de desafíos y estrategias. Aunque los participantes habían anticipado sus propios límites antes de embarcarse en este viaje, muchos cedieron a las seductoras propuestas de Laura Madrueño, quien asumió el papel de 'peluquera' durante la gala.

La primera en someterse a la presión fue Jessica, quien decidió cortarse 30 centímetros de cabello a cambio de una deliciosa maxi hamburguesa acompañada de un arroz con leche. Laura, buscando poner a prueba sus convicciones, le ofreció una videollamada con sus hijos si accedía a raparse, sin embargo, Jessica optó por disculparse con ellos, mostrando su deseo de no aceptar el arriesgado trato.

A continuación, Tony Spina se unió a la lista de los atrevidos, dispuesta a depilarse las axilas y pasearse solo en taparrabos hasta el jueves, todo a cambio de un plato de pasta a la carbonara y otro postre de arroz con leche. En un giro similar, Carlos realizó un cambio radical por una bandeja llena de patatas fritas y nuggets, despojándose de su barba, que llevaba desde 2019, y cortándose el cabello. Como un extra, Carlos pudo tener una breve conversación telefónica con su mujer, lo que le hizo más atractiva la oferta.

Aterrorizada por los retos asumidos por sus compañeros, Miri finalmente se decidió a cortar su cabello, tentada por una llamada con su padre y una tarta de chocolate. Su decisión fue un paso difícil, pero necesario para no quedarse atrás. Por último, Adara, divertida por los nuevos estilos de sus compañeros, fue de las últimas en acercarse a la mesa de las tentaciones. A ella le ofrecieron un contundente bocadillo de bacon y queso, así como una llamada con su pareja, el futbolista Víctor Romero, a cambio de sacrificar un objeto personal muy significativo: una toalla decorada por sus seres queridos y un radical cambio de look.