En un encuentro destacado en el contexto de la Cumbre de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) que se lleva a cabo en Malasia, los presidentes de Estados Unidos y Brasil, Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva, han decidido dar un paso adelante en las relaciones comerciales entre ambos países. A pesar de que sigue vigente un arancel del 50% que Washington impone a las importaciones brasileñas, ambos líderes han acordado iniciar de inmediato negociaciones para un nuevo tratado bilateral.
Lula ha compartido su optimismo tras la reunión con Trump, señalando que la conversación fue "franca y constructiva" en torno a temas económicos y comerciales. A través de su perfil en la red social X, el presidente brasileño expresó su confianza en avanzar hacia soluciones que aborden la actual situación de los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, subrayó que Lula hizo énfasis en la necesidad de suspender esos aranceles durante el transcurso de las negociaciones. Vieira calificó el balance del encuentro de "óptimo", revelando que Trump se comprometió a instruir a su equipo para que la negociación comience lo antes posible, incluso desde el mismo día de la reunión.
Descripción del clima del diálogo, Vieira relató que la conversación estuvo marcada por una atmósfera "distendida y alegre". Además, el canciller mencionó que Trump ha expresado admiración por la trayectoria política de Lula, quien ha atravesado desafíos significativos en su carrera, incluyendo acusaciones de corrupción que posteriormente fueron desestimadas.
Ambos presidentes encontraron la oportunidad de abordar los conflictos comerciales que han surgido a raíz de las políticas arancelarias de Trump, quien sugirió que podría reconsiderar su postura hacia Brasil "si las circunstancias son propicias".
Antes de que comenzara la reunión, Trump destacó su honor al reunirse con Lula y expresó su expectativa de lograr buenos acuerdos para ambas naciones, resaltando la histórica relación positiva entre los dos países.
La negociación no solo se limita a aranceles, sino que también se enfoca en el mercado de soja. Debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha llevado a Pekín a cambiar sus fuentes de suministro, Brasil se ha convertido en el principal vendedor de soja, con proyecciones de exportaciones que podrían alcanzar los 102,2 millones de toneladas para finales de octubre, superando las cifras de años anteriores.
Desde septiembre, Lula y Trump han buscado fortalecer sus lazos, y durante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas se cruzaron y comentaron sobre la "buena química" que comparten. Además, a principios de octubre mantuvieron una conversación telefonía que duró cerca de 30 minutos, lo que indica un interés mutuo en sanar y potenciar la relación entre ambas naciones.
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