
En Madrid, el 25 de marzo, la inquietud entre los accionistas minoritarios de Duro Felguera crece a medida que se cuestiona la transparencia de la gestión financiera de la empresa. El Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) ha planteado serias dudas sobre el destino de los 120 millones de euros que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) otorgó en forma de préstamo durante la crisis provocada por la pandemia.
Eduardo Breña, presidente del SAM, ha instado a una toma de responsabilidad por parte de la SEPI y los principales socios de control, Prodi y Mota-Engil México. Según Breña, deben facilitar el resurgimiento de Duro Felguera, recordando que había promesas de generación de contratos y una gestión eficaz, como se expresó recientemente en un mensaje publicado en X y difundido por Europa Press.
En su discurso, Breña no ha dudado en cuestionar la administración de los recursos, preguntándose: “¿A qué se destinaron los 120 millones de euros de SEPI y los 90 millones de sus socios? ¿Quién asume la responsabilidad?”. Además, se ha preguntado sobre el estado de un acuerdo proyectado con la mexicana Pemex, que rondaría los 1.200 millones de dólares, indicando la necesidad de claridad en estos procesos.
En un esfuerzo por fortalecer su voz colectiva, los accionistas minoritarios de Duro Felguera han decidido ajustar el convenio de sindicación, permitiendo así que puedan unir sus votos y enfrentar con mayor unidad los retos actuales de la compañía asturiana.
Breña ha enfatizado que un convenio de sindicación se articula como un compromiso entre accionistas para consolidar su poder e intereses, defendiendo su papel dentro de la estructura corporativa y promoviendo la representación de sus derechos.
El SAM también ha comunicado su intención de revisar el pacto de sindicación previamente establecido el 25 de septiembre de 2021, asegurando que todos los accionistas minoritarios podrán votar de manera coordinada en las juntas de accionistas y, si es preciso, emprender acciones legales conjuntas.
En otro contexto, Indra, el pasado 13 de marzo, anunció su interés en adquirir una importante planta de Duro Felguera en Gijón para transformarla en una instalación de producción de vehículos militares, aunque los detalles sobre la planta o el coste de la compra aún no se han hecho públicos.
Ante esta situación, el SAM ha demandado que se proporcione información a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre las condiciones relativas a la posible venta de ‘El Tallerón’, el taller de calderería pesada en Gijón, a la empresa Indra.
Refiriéndose a la reciente extensión de tres meses del preconcurso de acreedores, Duro Felguera tiene hasta el 11 de junio para alcanzar un acuerdo con sus financiadores, ya que, hasta la fecha, no se ha logrado un consenso con la SEPI.
Finalmente, la empresa de ingeniería aún no ha querido comentar sobre su reciente viaje a Argelia, que ocurrió el 9 de marzo y que tiene como objetivo avanzar en el proyecto de Djelfa, el cual podría generar un acuerdo con Sonelgaz Production d’Électricité.
En el mercado de acciones, Duro Felguera ha experimentado una caída del 1,31% este martes, con el valor de sus acciones bajando a 0,302 euros alrededor de las 13:50 horas, reflejando la incertidumbre que rodea a la empresa y sus futuras decisiones estratégicas.
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