En una reciente declaración desde Madrid, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha salido al paso de las acusaciones vertidas por Víctor de Aldama, un individuo relacionado con el llamado 'caso Koldo'. Aldama había afirmado que tanto Montero como Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, poseían cuentas bancarias en el extranjero con cantidades millonarias en dólares. La vicepresidenta ha dejado claro que defenderá su honor y el de sus compañeros utilizando todos los recursos legales disponibles.

Montero ha calificado las afirmaciones de Aldama como "absolutamente falsas", insistiendo en que su testimonio es una "mentira en su totalidad". La vicepresidenta ha rechazado rotundamente la idea de que existan cuentas en el extranjero vinculadas a miembros del Gobierno o a personas cercanas a ellos, dejando claro que tales acusaciones carecen de fundamento.

Su respuesta llega tras la declaración de Aldama, quien el miércoles hizo pública una denuncia ante la Fiscalía, señalando la supuesta existencia de estas cuentas en el extranjero, no solo de Montero y Gómez, sino también de Sonsoles Espinosa, esposa del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, Montero ha criticado al portavoz del Partido Popular, Miguel Tellado, por amplificar esta acusación "totalmente falsa", aseverando que se está convirtiendo en un "altavoz" para Aldama, a quien considera un "presunto delincuente" en medio de un juicio. Según Montero, Aldama está intentando desviar la atención sobre sus propios problemas utilizando una "máquina del fango" para enfocar la opinión pública en individuos que no han hecho nada que justifique tal escrutinio.

La número dos del PSOE ha calificado de "vergonzantes" las declaraciones de Tellado, que tildó la acusación como de "gravedad máxima" y que, según él, salpica directamente al presidente Pedro Sánchez y a algunos de sus ministros.

“En mi caso particular, quiero dejar claro que no dudaré en emplear todos los instrumentos jurídicos necesarios para hacer frente a esta máquina de desprestigio”, ha afirmado Montero. La ministra de Hacienda considera que tales indicaciones constituyen una "grave amenaza a la democracia", al atacar la reputación de personas que son “honorables” y que merecen ser defendidas contra tales ataques infundados.