
Damasco ha levantado la voz ante lo que califica como una "infracción" de la frágil tregua sellada hace solo dos semanas, en medio de un contexto de creciente violencia en el sur del país.
El 4 de agosto, en un día que prometía paz, al menos seis individuos perdieron la vida y decenas más resultaron heridos en un nuevo brote de hostilidades en la gobernación de Sueida, donde hace un mes se produjo un estallido de violencia sectaria que cobró la vida de cerca de 1.500 personas antes de ser temporalmente apaciguada por un alto el fuego gestionado por Estados Unidos.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, seis de las víctimas, todos pertenecientes a las fuerzas gubernamentales, fueron asesinados en la ciudad de Sueida, a excepción de un combatiente druso. Este informe proviene de una organización con sede en Londres que tiene un extenso sistema de informantes dentro de Siria.
En medio de este panorama, las fuerzas de seguridad de Damasco lograron recuperar el control de Tal Hadid, una localidad clave en la zona rural occidental de Sueida. Sin embargo, Ahmed al Dalati, líder de las Fuerzas de Seguridad Interna en esta región, ha caracterizado las acciones de los grupos locales como un "ataque estructurado de facciones ilegales" durante una entrevista en Syria TV.
El Observatorio ha confirmado que al menos dos agentes de las fuerzas del gobierno fueron asesinados en estos choques, con la posibilidad de que esta cifra aumente, ya que diez personas más resultaron heridas, algunas de ellas en estado grave, junto a un combatiente local que también perdió la vida.
El Ministerio del Interior sirio respondió a estos hechos argumentando que representan una "violación del alto el fuego por parte de bandas rebeldes". En su comunicado, el ministerio acusó a estos grupos de llevar a cabo "ataques sorpresivos contra las fuerzas de seguridad internas en varias áreas" y de realizar bombardeos en aldea con cohetes y morteros, lo que resultó en la muerte y lesiones de varios miembros del personal de seguridad.
Asimismo, las autoridades sirias señalaron que estos fenómenos son parte de "campañas mediáticas y sectarias" destinadas a exacerbar el conflicto en la provincia, manejadas por líderes con intereses personales, incluyendo el robo de ayuda humanitaria y conflictos internos. "Estos grupos utilizan las violaciones del alto el fuego para encubrir sus actividades arbitrarias, como las detenciones ilegales en la ciudad", afirmó el ministerio.
En la misma declaración, el gobierno sirio reafirmó su compromiso con la estabilidad del alto el fuego para restaurar la calma en la región, asegurar la protección de los civiles y facilitar el retorno progresivo de los servicios y la vida diaria a la provincia. Además, aseguraron que seguirán cumpliendo con su papel obligatorio y humanitario en Sueida, donde ya se han establecido corredores humanitarios.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.