ALBACETE, 29 de noviembre.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha compartido su experiencia sobre los angustiosos momentos que vivió al enterarse de la complicación de la situación en Letur, donde el pasado 29 de octubre, una DANA devastadora arrasó el pueblo y cobró la vida de seis de sus habitantes.

Durante una entrevista concedida a Radio Castilla-La Mancha, cuyo contenido ha sido citado por Europa Press, García-Page recordó que aquel fatídico día se enfrentaba a una agenda colmada de compromisos, destacándose la inauguración de la empresa Sumitomo en Cuenca, un evento por el que el Gobierno regional había estado trabajando durante años.

Con profunda emotividad, el presidente reveló que sentía gran ilusión por poder participar en la inauguración, pero que, de repente, se vio obligado a cancelar todos sus planes. “Amigos me enviaban vídeos de la devastación en Letur, mientras que el consejero Ruiz Molina y el 112 se comunicaban conmigo casi instantáneamente”, explicó para ilustrar la urgencia que le llevó a modificar su agenda.

Aseguró que la prioridad inmediata en ese momento era coordinar los servicios de emergencia desde el centro de mando. “Me siento orgulloso de la rapidez con la que se actuó. Desde el primer minuto estuvimos equipados con todos los recursos necesarios para afrontar una tragedia de esta magnitud”, afirmó con satisfacción.

En su discurso, también destacó la unidad de las instituciones en Castilla-La Mancha, haciendo hincapié en que todos los organismos han trabajado en conjunto. Contrapuso esta realidad con las controversias surgidas en la gestión de la situación en la Comunidad Valenciana, expresando que en su región las administraciones reaccionaron adecuadamente y se situaron donde debían estar.

Con tono reflexivo, García-Page evitó emitir juicios sobre la gestión valenciana, subrayando que “aunque todo se hubiera manejado de la mejor manera posible, la magnitud del problema era tan compleja que habría generado polémica de todos modos”.

“Lo verdaderamente trágico no son los daños materiales, sino la desaparición de personas. Ese siempre fue nuestro foco principal desde el primer momento. Todo lo demás son cuestiones secundarias que se reducen a dinero o energía”, expresó de manera contundente el presidente.

En sus palabras, además, observó con preocupación cómo, en ocasiones, se apresuran a sacar conclusiones simplistas cuando la realidad es a menudo mucho más intrincada. “Es necesario que el sistema de protección y respuesta ante emergencias sea independiente de las decisiones políticas. Necesitamos órganos autónomos que establezcan protocolos objetivos”, agregó, enfatizando que la tragedia podría servir como un impulso para extraer lecciones valiosas que mejoren la gestión futura.