Madrid, 22 de julio. En una reciente escalada de tensiones entre Rusia y la Unión Europea, el Gobierno ruso ha decidido ampliar su lista de individuos e instituciones europeas a las que se les ha prohibido ingresar al país. Esta medida se da en el contexto de las nuevas sanciones impuestas por la UE, que incluyen límites al precio del petróleo y restricciones sobre el funcionamiento de los gasoductos Nord Stream, anunciadas en un paquete la semana pasada.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso publicó un comunicado este martes donde critica vehementemente estas decisiones de la UE, considerándolas "unilaterales" y "ilegítimas" y alegando que van en contra del Derecho Internacional. Asimismo, Moscú afirma que estas acciones perjudican el trabajo del Consejo de Seguridad de la ONU.

Las sanciones a las que se refiere el Kremlin corresponden a dos paquetes adoptados por Bruselas, uno el 20 de mayo y otro el 18 de julio. En respuesta directa, Rusia ha ampliado su "lista negra" que incluye a personas y entidades de la UE y otros países que, según el Kremlin, se han alineado con una política hostil hacia Rusia.

Los nuevos nombres en esta lista son, en su mayoría, aquellos que han contribuido con asistencia militar a Ucrania, y aquellos que, a juicio de Moscú, han estado obstaculizando la integridad territorial del país o bloqueando el tráfico marítimo de embarcaciones rusas en el mar Báltico.

Además, la lista abarca a instituciones gubernamentales de varios estados europeos que han estado involucrados en procesos judiciales contra funcionarios rusos, así como aquellos que apoyan la idea de crear tribunales que juzguen a representantes rusos y abogan por la confiscación de activos congelados en favor de Ucrania.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha dejado claro que el país continuará defendiendo sus intereses y buscando un nuevo orden internacional más justo. Afirmaron que cualquier nueva ronda de sanciones impuestas por la Unión Europea encontrará una respuesta adecuada y oportuna desde Moscú.