El pasado 20 de noviembre, la atención se centró en una significativa visita del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Sergei Shoigu, quien se presentó en el Centro Federal Nuclear de Sarov, una localidad emblemática en el desarrollo nuclear de la era soviética. Este movimiento subraya la relevancia de tales instalaciones en el contexto de la política de defensa y la postura nuclear del país.

La llegada de Shoigu a este centro coincide con un momento crucial, dado que el presidente Vladimir Putin ha dado luz verde a la nueva doctrina nuclear recientemente aprobada. Este documento es fundamental, ya que establece los posibles escenarios en los que Rusia podría recurrir al uso de armas nucleares, un tema de creciente preocupación a nivel internacional.

Según un comunicado emitido por el Consejo de Seguridad, la visita de Shoigu fue una cita de trabajo donde se discutieron los progresos recientes en el ámbito nuclear. Durante esta reunión, el director del centro informó sobre los resultados y los desarrollos en la investigación nuclear, reflejando el continuo esfuerzo de Rusia por modernizar su arsenal y capacidades en este sector.

El Consejo de Seguridad también enfatizó que los avances logrados en el Centro Federal Nuclear están alineados con los objetivos de lo que se ha denominado como la "operación militar especial", un eufemismo empleado por Moscú para referirse a la invasión de Ucrania. Esta situación pone de relieve la interconexión entre la estrategia nuclear del país y las operaciones militares actuales, un aspecto que genera inquietud entre la comunidad internacional.