MADRID, 10 de septiembre.

Trágicamente, el ataque perpetrado el pasado martes por las fuerzas rusas ha dejado un saldo devastador en una localidad de la provincia de Donetsk, donde un grupo de jubilados estaba esperando para recibir sus pensiones. Según lo informado por las autoridades, el número de víctimas fatales ha escalado a 25, y se teme que esta cifra siga aumentando.

Vadim Filashkin, gobernador de Donetsk, ha expresado su indignación al confirmar que, además de los 25 muertos, hay al menos 18 personas heridas. El funcionario ha advertido que el número de decesos podría crecer en las próximas horas, subrayando la gravedad de la situación y el impacto en la población civil.

En su cuenta de Facebook, Filashkin también hizo hincapié en la escalofriante realidad de la ofensiva rusa, señalando que el mismo día del ataque, otras tres personas perdieron la vida en diferentes localidades, como Kostiantinivka y Semenivka. "Rusia asesina a civiles", denunció el gobernador, alzando su voz contra la violencia indiscriminada.

La provincia de Donetsk, junto a Lugansk, Jersón y Zaporiyia, forman parte de las áreas que Moscú decidió anexar en octubre de 2022, un movimiento que continúa siendo rechazado por la comunidad internacional. Este contexto resalta la incesante crisis en la región y la lucha de su población por sobrevivir en medio del conflicto.