En un evento sísmico sin precedentes, un potente terremoto de 8,7 grados en la escala de Richter ha sacudido la costa de Kamchatka, en la remota región oriental de Rusia. Este impacto ha desencadenado alarmas de tsunami que afectan no solo a la costa rusa, sino también a los estados de Alaska y Hawái en Estados Unidos, así como a Guam y Japón, que también se preparan ante la posible llegada de olas peligrosas.
El gobernador del Krai de Kamchatka, Vladimir Solodov, destacó la gravedad de la situación a través de su canal de Telegram, señalando que autoridades y expertos están evaluando la magnitud del sismo, inicialmente estimada entre 7,7 y 7,9 grados, antes de ser ajustada a 8,7 por el Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos.
Solodov hizo un llamado urgente a la población para mantener la calma y evitar acercarse a las zonas costeras en riesgo. “La seguridad es nuestra prioridad; sigamos las instrucciones oficiales y actuemos de manera responsable”, instó, resaltando la importancia de estar alerta y seguir los avisos por megafonía.
Además, el gobernador informó sobre la activación de equipos especializados que están revisando instalaciones críticas como escuelas, hospitales y guarderías, para evaluar cualquier posible daño causado por el temblor. “Nuestra prioridad es proteger a la comunidad”, enfatizó durante su declaración.
La Delegación de Kamchatka del Servicio Geofísico Unificado Ruso confirmó que se ha emitido una alerta de tsunami en la Bahía de Avacha, y mencionó que una guardería en la región ha sufrido daños en su fachada debido a la fuerza del sismo. Afortunadamente, en el momento del incidente, el edificio se encontraba en reformas y no había niños en su interior, lo que evitó una tragedia mayor.
En la vecina isla de Sajalín, también afectada por el terremoto que alcanzó los 7,9 grados, el gobernador Valery Limarenko ha informado que se está llevando a cabo una evacuación de los residentes de la zona potencialmente en peligro hacia terrenos más altos. “Estamos tomando cada medida necesaria para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, declaró.
A pesar de la magnitud del terremoto, Limarenko aseguró que, hasta el momento, no se han reportado daños graves ni víctimas. Indicó que los servicios de emergencia están en alerta y que la situación es manejable. Con la primera ola del tsunami ya arribando a las costas, los residentes evacuados se encuentran a salvo en áreas elevadas.
Desde Estados Unidos, las autoridades también han respondido al fenómeno sísmico, emitiendo alertas de tsunami para Hawái y diversas localidades de Alaska. Todos los estados de la costa oeste se mantienen en estado de vigilancia mientras la comunidad se prepara para una posible llegada de las olas. La solidaridad y la cooperación serán vitales en este momento de crisis.
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