En un devastador reporte de la jornada de este martes, las autoridades sanitarias del Líbano han señalado que al menos 44 ciudadanos han perdido la vida y otros 88 han resultado heridos a causa de los bombardeos intensificados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en las últimas 24 horas, en el contexto de su operación militar contra el partido-milicia chií Hezbolá.

Las cifras de víctimas son especialmente alarmantes en la gobernación de Akkar, que limita con Siria, donde se han confirmado 18 muertes y 14 heridos; en Sur, se han reportado 16 decesos y 26 heridos. En Nabatiyé, la situación también es crítica con siete fallecimientos y 44 heridos, mientras que en la valle de Becá se han lamentado tres muertes y dos heridos adicionales.

De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Salud Pública libanés, estas trágicas estadísticas elevan el conteo total de bajas desde que comenzó la actual escalada de violencia en Oriente Próximo el 7 de octubre de 2023, que marcó el inicio de los ataques de Hamás hacia territorio israelí. Desde entonces, el número de muertos en Líbano asciende a 3.287, mientras que 14.222 personas han resultado heridas.

Entre las víctimas fatales, aproximadamente 2.300 son hombres, casi 650 son mujeres y más de 200 son niños. Este alto número de heridos ha sido atribuido a la explosión de dispositivos de comunicación, un evento que tomó desprevenidos a muchos ciudadanos libaneses a principios de septiembre, justo antes de que se intensificaran los ataques israelíes.

A partir del 1 de octubre, el Ejército israelí lanzó una nueva ofensiva sobre el Líbano, tras semanas de bombardeos sostenidos y ataques aéreos. Esto fue precedido por una explosión coordinada de miles de dispositivos de comunicación, en medio de un contexto de enfrentamientos que se han mantenido durante más de once meses en la frontera, principalmente contra Hezbolá.

Este nuevo aumento de hostilidades se produce en un marco de enfrentamientos que se remontan a más de un año, luego de que Hezbolá atacara territorio israelí un día después de que Hamás iniciara su ofensiva el 7 de octubre. A raíz de estos incidentes, Israel ha desencadenado una brutal ofensiva contra la Franja de Gaza, donde, hasta ahora, más de 43.500 personas han perdido la vida, evidenciando una crisis humanitaria sin precedentes en la región.