"Análisis exhaustivo de la OPA de BBVA sobre Sabadell: escenarios y factores clave tras el fin de la aceptación."
 
                                        El pasado 10 de octubre marcó un hito importante en el sector bancario español, ya que finalizó el periodo de aceptación de la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por BBVA sobre Banco Sabadell. Aunque la tensión se siente en el ambiente, los resultados de esta operación no se harán públicos hasta el próximo 17 de octubre, según ha informado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con más de 17 meses desde su anuncio inicial, muchos están pendientes de los posibles desenlaces de esta OPA, que podría redefine tanto el panorama financiero español como las propias estrategias de las entidades involucradas. Uno de los requisitos cruciales es que la oferta obtenga al menos un 50% de aceptación por parte de los accionistas de Sabadell, quienes suman cerca de 200,000, incluidos muchos pequeños inversores.
Si BBVA logra superar este umbral, se consideraría un éxito y podría proceder a tomar el control de Sabadell, siempre bajo las salvaguardas establecidas por el Gobierno y la CNMC. Sin embargo, el folleto de la oferta anticipa diferentes escenarios que podrían alargar el proceso. De hecho, BBVA se reserva el derecho de renunciar a este mínimo del 50%, aunque eso implicaría lanzar una nueva OPA que abarque el total del capital restante no controlado, lo que podría generar incertidumbre.
Desde la dirección de BBVA, se ha enfatizado que una segunda OPA no es lo más probable, instando a los accionistas de Sabadell a aceptar la oferta antes del cierre del plazo, dado el riesgo de no tener una segunda oportunidad. Además, han dejado claro que si llegara el momento de realizar una segunda OPA, nunca sería a un precio superior al inicialmente propuesto.
Recordemos que en 2020, ambas entidades mantuvieron conversaciones sobre una posible fusión en un contexto donde otros bancos como CaixaBank adquirían a Bankia. Lamentablemente, esas negociaciones se vinieron abajo debido a desacuerdos sobre la conversión de acciones antes de que concluyera el año.
Más de tres años después, BBVA ha presentado una concreta oferta al consejo de administración de Sabadell, que implica un canje favorable de acciones y una prima notable en comparación con la valoración de las acciones de Sabadell. Sin embargo, el consejo de Sabadell ha declinado la oferta, argumentando que podrían generar más valor de forma independiente.
BBVA ha reaccionado lanzando su OPA de manera formal, utilizando la misma oferta que le fue rechazada, a pesar de que el Gobierno ha expresado su recelo ante esta acción, advirtiendo sobre posibles efectos negativos en el ecosistema financiero español.
El proceso de la OPA ha coincidido con un contexto electoral en Cataluña, donde la estrategia política está muy presente. Esto añade una capa adicional de complejidad a la situación, ya que la movilización social y política se encuentra en pleno apogeo en ese momento.
Después de recibir las autorizaciones necesarias, BBVA ha comenzado su trilogía de solicitudes a la CNMV, la CNMC y el Banco Central Europeo para conseguir el respaldo para esta OPA. Los accionistas de BBVA también han refrendado la ampliación de capital necesaria para llevar a cabo la operación con un impresionante 96% de apoyo.
Antes de cerrar la OPA, BBVA declaró un primer ajuste en el precio debido a ciertos dividendos. Y aquí la CNMC determina que la operación debe ser sometida a un análisis más exhaustivo, lo que implica que se observan potenciales riesgos competitivos.
En este marco, Sabadell ha decidido regresar a su sede social en Barcelona, interpretando este acto como un intento de fortalecer su conexión local ante los desafíos que presenta la OPA. Esto se da en un contexto donde se han producido cambios en el liderazgo y en la estructura financiera del banco catalán.
La dinámica de este proceso parece estar en constante evolución, con ajustes de precios y condiciones que muestran la complejidad de la oferta. A lo largo del tiempo, ha habido una serie de acuerdos y desacuerdos, lo que ha mantenido a los accionistas y al público en alerta ante la incertidumbre sobre el futuro de ambas entidades.
Finalmente, en medio de un torbellino de decisiones financieras y políticas, la conclusión del plazo de aceptación de la OPA de BBVA sobre Sabadell ha dejado a muchos esperando los resultados que, se dice, se anunciarán el 17 de octubre. Las decisiones que se tomen a partir de este momento podrían tener un impacto duradero en el panorama bancario español.
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