París ha respondido a las recientes declaraciones del fundador de Telegram, Pavel Durov, quien afirmó que durante su detención en agosto de 2024, las autoridades francesas le exigieron que censurara cuentas de la popular aplicación de mensajería antes de los comicios presidenciales en Moldavia. Esta controversia surge en un momento crítico, ya que Moldavia se aprestaba a celebrar elecciones legislativas.
Durov, mediante una publicación en la plataforma X, denunció que hace un año, mientras se encontraba en París, fue contactado por servicios de inteligencia en busca de su colaboración para censurar ciertos canales de Telegram que consideraban problemáticos. El empresario detalló que, tras una revisión de los canales denunciados, se eliminaron algunos que claramente violaban las normas de la plataforma, en un intento de cumplir con la solicitud de las autoridades.
El empresario ruso también insinuó que este acuerdo implicaba que la inteligencia francesa hablaría positivamente sobre él ante el juez que había ordenado su arresto por su supuesta falta de colaboración en investigaciones sobre contenidos ilegales en su plataforma. Aseguró que, posteriormente, recibió una nueva lista de canales considerados problemáticos, pero esta vez la mayoría cumplía con las normas de Telegram y simplemente presentaban opiniones que no agradaban a los gobiernos francés y moldavo.
Durov se opuso firmemente a las peticiones de censura, calificando las acciones de las autoridades francesas como "inaceptables". Sugirió que si realmente habían contactado al juez, esto constituiría un intento de interferir en el sistema judicial. Por otro lado, si sólo era una alusión, el uso de su situación legal en Francia como medio para influir en la política de Europa del Este sería igualmente problemático.
El fundador de Telegram reafirmó su compromiso con la libertad de expresión, asegurando que no eliminaría contenido por razones políticas y que continuará denunciando cualquier intento de coacción en este sentido.
Como respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia desestimó las acusaciones de Durov, mencionando que el empresario tiende a lanzar acusaciones durante periodos electorales, refiriéndose a sus anteriores declaraciones sobre la supuesta interferencia francesa en las elecciones de Rumanía. Estos incidentes han suscitado el interés y la preocupación en el contexto de la independencia de las elecciones en Europa del Este.
Asimismo, las autoridades moldavas han señalado que enfrentan intentos de Moscú por influir en su proceso electoral, implicando tácticas como la compra de votos, campañas de desinformación en redes sociales, y disturbios, así como ataques cibernéticos, lo que añade otra capa a esta compleja narrativa electoral de la región.
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