El pasado jueves, en Madrid, el Rey Felipe VI subrayó la crucial función de la justicia constitucional como pilar fundamental para la libertad y como un bastión esencial del Estado de derecho. Durante su intervención en la clausura del VI Congreso de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional, el monarca también expresó su preocupación por los desafíos que enfrentarán las futuras generaciones.

En este evento, Felipe VI destacó que la Constitución de 1978 representa un marco repleto de ideas que sustentan nuestra convivencia en un Estado democrático y de derecho. Resaltó la importancia de vivir en comunidad, siendo parte de una nación unida por principios constitucionales.

El Rey remarcó que "la justicia constitucional es la salvaguarda de nuestras libertades" y ocupó un lugar central en la defensa del sistema democrático. Su discurso, dirigido a representantes de tribunales constitucionales de 124 naciones, incluyó una cita del Quijote que enfatiza la libertad como un regalo invaluable que se nos ha otorgado.

Felipe VI argumentó que en los estados democráticos, el ejercicio independiente de la justicia constitucional está intrínsecamente ligado al moderno concepto de soberanía, convirtiéndose en una pieza clave dentro de una comunidad internacional cada vez más entrelazada y dependiente.

El monarca también utilizó su plataforma para abordar retos significativos que impactarán a las generaciones venideras. Uno de los aspectos cruciales que mencionó fue la necesidad de proteger el orden multilateral establecido tras la Segunda Guerra Mundial.

Además, hizo hincapié en la llegada de nuevas tecnologías, particularmente la Inteligencia Artificial, y la urgencia de gestionar sus riesgos. "Es fundamental que su evolución esté alineada con los derechos y libertades consagrados en nuestras normas fundamentales", insistió.

Asimismo, el Rey abordó la crisis climática y los efectos adversos asociados, enfatizando que es esencial manejar adecuadamente los bienes públicos globales, como el aire, el agua y la biodiversidad. "Debemos comprometernos con el desarrollo sostenible", afirmó, resaltando la importancia de actuar ahora.

Finalmente, Felipe VI hizo hincapié en la importancia de nuestra herencia cultural, descrita como el reflejo de nuestra identidad nacional y una puerta abierta al mundo. "Es esencial que conozcamos y conservemos nuestra cultura en toda su diversidad y riqueza, facilitando su acceso a otros", concluyó.