El Rey promueve la educación en valores como clave para fortalecer la convivencia democrática y empoderar a las futuras generaciones.
OVIEDO, 24 de octubre. En una emotiva ceremonia celebrada en el Teatro Campoamor, el Rey Felipe VI ha expresado la imperante necesidad de "educar en valores" para garantizar una convivencia democrática, argumentando que es fundamental preparar a las futuras generaciones con las herramientas necesarias para enfrentar un mundo caracterizado por "dos extremos inquietantes": el individualismo y la globalización.
Durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias, el Rey señaló que el individuo, a menudo, se encuentra atrapado en un "cultivo del individualismo radical", que, de no ser controlado, podría conducir a la soledad y a la indiferencia. "Es paradójico que, en una era de interconexión, tantas personas se sientan solas y desconectadas", advirtió el monarca.
Asimismo, Felipe VI advirtió sobre los peligros de una globalización que tiende a homogeneizar las culturas, oscureciendo la riqueza de la diversidad y fomentando comportamientos de masas, influenciados por las redes digitales. Resaltó que este fenómeno puede llevar a los individuos a perder su singularidad en favor de una conformidad fácil dictada por algoritmos y pantallas.
El Rey enfatizó que "educar en valores" no significa desconectarse de la realidad contemporánea ni ignorar los cambios tecnológicos, sino más bien encontrar un equilibrio entre el bien colectivo y el respeto a la individualidad. Esta dualidad es esencial para fomentar una vida en comunidad que respete la complejidad moral de cada persona.
El Rey Felipe también destacó la función didáctica de los Premios Princesa de Asturias, que reconocen a un grupo de individuos excepcionales a quienes se les debe aprender a trazar un camino hacia el éxito y la superación, en lugar de simplemente imitarlos.
En un momento cargado de simbolismo, el monarca hizo alusión a su hija, la Princesa Leonor, indicando que ha estado preparando su rol de liderazgo en la vida pública, mostrando madurez y sensibilidad. "Es hora de ceder este espacio, tanto como padre como Rey, para que asuma su responsabilidad como heredera de la Corona", expresó.
Felipe VI compartió que su compromiso con los Premios y con la Fundación permanecerá intacto, así como su amor hacia Asturias, un lugar que considera fundamental en su vida. "Gracias a la Fundación Princesa de Asturias y a su dedicación por hacer posible este evento, y a los asturianos por su calidez y apoyo constante cada otoño", concluyó con agradecimiento sincero.