En un contexto marcado por la crítica a las políticas de vivienda del Gobierno, varios ministros socialistas han mostrado su respaldo a Isabel Rodríguez, la ministra encargada de este departamento. Esta defensa surge tras las declaraciones del partido Sumar, que sugirió la dimisión de Rodríguez si no es capaz de implementar acciones "valientes" frente a la crisis actual.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se pronunció claramente sobre el asunto, calificando de "error" las exigencias de Verónica Martínez Barbero, portavoz de Sumar. Martínez Barbero había instado a Rodríguez a renunciar si no podía garantizar medidas "serias e innovadoras" para afrontar el problema de los precios de la vivienda.

Óscar Puente, ministro de Transportes, aunque no profundizó en la controversia, defendió la labor de Rodríguez, considerándola una gran ministra. Su apoyo fue destacado en una breve conversación con los periodistas al finalizar el Pleno del Congreso.

La vicepresidenta María Jesús Montero también expresó su apoyo incondicional hacia Rodríguez, resaltando la relevancia de la vivienda en la agenda gubernamental. Según Montero, el plan presentado por Rodríguez, que cuenta con una inversión de más de 7.000 millones de euros, recibe la total conformidad del Ejecutivo.

Por su parte, Óscar López, ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, resaltó que el desafío en el sector de la vivienda es considerable, ya que se está tratando con las consecuencias de "años de inacción". Afirmó que el Gobierno de Sánchez ha adoptado varias iniciativas para mejorar la situación, como la eliminación de las Golden Visa y la regulación de los alquileres turísticos.

López subrayó que, aunque enfrentan un problema arrastrado durante mucho tiempo, su administración está comprometida en buscar soluciones para la crisis de la vivienda. Criticó a la oposición, afirmando que el PP no solo ignora el problema, sino que también se beneficia de la especulación en el mercado inmobiliario. Su intervención dejó claro que el Gobierno está decidido a tomar acción donde otros han fallado.