
En una alarmante actualización presentada el 3 de octubre desde Madrid, las cifras sobre las áreas afectadas por incendios forestales en España revelan una crisis ambiental de grandes proporciones. Hasta el 28 de septiembre, se reportaron oficialmente 354.005,11 hectáreas devastadas, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Aunque las Comunidades Autónomas (CCAA) han documentado 281.163,66 hectáreas, el ministerio ha advertido que los grandes incendios en Castilla y León no se habían incluido aún en esas cifras, resaltando la gravedad de la situación.
Para abordar esta falta de información, el departamento dirigido por Sara Aagesen ha recurrido a estimaciones que suman 72.841,45 hectáreas, tomando como base los datos del Sistema de Información de Incendios Forestales de la Comisión Europea (EFFIS) proporcionados por Copernicus. De este modo, MITECO calcula que la extensión total efectivamente afectada por incendios hasta finales de septiembre asciende a 354.005,11 hectáreas, una cifra verdaderamente alarmante que pone de manifiesto la intensificación de los incendios en el país.
Estas estadísticas evidencian que el año 2025 podría convertirse en el más devastador en términos de hectáreas incendiadas, superando incluso a 2022, cuando se habían contabilizado 262.315,84 hectáreas en llamas para la misma fecha. Además, el 2025 ya se distingue como el año con más grandes incendios, con un total de 63 incidentes reportados, más del triple de la media anual de la última década, que se sitúa en 20.
No obstante, es interesante destacar que a pesar de ser un año trágico para la extensión de áreas quemadas, 2025 no ostenta el récord de mayor cantidad de incendios declarados. Hasta la fecha, se han documentado 7.118 incidentes, de los cuales 2.221 fueron conatos, es decir, incidencias limitadas a menos de una hectárea. Para ponerlo en perspectiva, en 2017 se reportaron 11.561 incendios en el mismo periodo, de los cuales 7.098 fueron conatos.
Desglosando las cifras reportadas por las CCAA, se observa que de las 281.163,66 hectáreas dañadas, la mayoría corresponde a 151.475,45 hectáreas de matorrales y monte abierto, seguidas por 83.679,53 hectáreas de superficie arbolada y 46.008,68 hectáreas de pastos y dehesas. Esta situación pone en evidencia no solo el impacto de los incendios en la naturaleza, sino también la necesidad de un enfoque más agresivo y coordinado para abordar esta crisis ecológica en el futuro.
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