Un nuevo capítulo se abre en la economía europea, ya que el Banco Central Europeo (BCE) está a punto de hacer un anuncio relevante que promete reconfigurar el panorama financiero este jueves. Se espera que la institución realice un descenso de 25 puntos básicos en los tipos de interés, una respuesta directa a la creciente incertidumbre económica generada por los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos y la consiguiente reacción de sus aliados comerciales, según coinciden los analistas consultados por Europa Press.
De llevarse a cabo este ajuste, el tipo de interés de la facilidad de depósito se situaría en un 2,25%, mientras que el tipo aplicado a las operaciones de refinanciación descendería a 2,40%, y el de la facilidad de préstamo alcanzaría el 2,65%. Esta maniobra es vista como un paso necesario para estimular una economía que enfrenta vientos en contra cada vez más potentes.
Para Shaan Raithatha, economista senior de Vanguard Group, la reducción proyectada se dibuja como una necesidad apremiante, señalando que “la exigencia de una política monetaria más flexible es evidente en comparación con marzo”. Raithatha anticipa una estabilización de la tasa de depósito en el 1,75% para julio o septiembre, un indicador de que el BCE busca suavizar el impacto de la turbulencia financiera.
En la misma línea, Ignacio Lena, analista de A&G Global Investors, opina que las discusiones sobre una posible pausa en la reducción de tipos que se dieron en la reunión de marzo ya han quedado atrás. Esto es resultado directo de las tensiones comerciales que han surgido, alimentadas por las políticas proteccionistas de la administración Trump, que añaden presión a las proyecciones de crecimiento global y, por ende, a la economía de la eurozona.
François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management, también considera que el esperado recorte responde a la creciente preocupación del BCE por la desaceleración económica, especialmente tras el anuncio de aranceles más altos el 2 de abril, aunque estas medidas se hayan suspendido temporalmente. Rimeu cree que la situación demanda una respuesta decidida por parte de la institución monetaria.
Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, complementa esta expectativa con la previsión de que el BCE comunicará una visión moderada sobre el futuro económico, manteniendo abierta la posibilidad de tipos de interés por debajo del nivel neutral; subrayando que las proyecciones que se presenten en junio serán clave, mientras se sostiene una tasa de 1,5% como objetivo para septiembre.
Por su parte, Raithatha va más allá al pronosticar otros dos recortes futuros, sugiriendo que el BCE haga un ajuste en los tipos a 1,75% tras el recorte que se espera para este jueves. Esta visión se alinea con las expectativas de un entorno económico incierto, donde la flexibilidad monetaria se convierte en un imperativo.
Finalmente, Peter Goves, responsable de Análisis de Deuda Soberana de MFS Investment Management, agrega una dimensión más a esta narrativa al señalar que la reducción de tipos prevista posicionaría el tipo de interés oficial en el rango superior de la zona neutral, que oscila entre el 1,75% y el 2,25%. Sin embargo, también sugiere que el costo del dinero podría acabar en el extremo inferior de ese rango, o incluso por debajo, ante las revisiones negativas en las proyecciones de crecimiento económico.
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