El 26 de octubre en Madrid, se dieron a conocer importantes declaraciones del secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien excluyó la posibilidad de imponer aranceles a Colombia. No obstante, sí respaldó las sanciones dirigidas hacia el presidente Gustavo Petro y su círculo cercano, enfatizando que la discrepancia recae en la figura de Petro y no en la población colombiana.
Rubio subrayó que la política actual del país andino no se encuentra alineada con su presidente, mencionando la cooperación insuficiente de Petro en la lucha contra el narcotráfico. Esta falta de colaboración, según el secretario, justifica la necesidad de adoptar medidas individuales en su contra durante una reciente conferencia de prensa.
El Gobierno estadounidense incluyó a Petro y varios miembros de su administración en la llamada 'lista negra' de la lucha antinarcóticos, lo que resulta en el congelamiento de sus activos en territorio estadounidense y la prohibición de transacciones con ciudadanos estadounidenses.
Rubio no descartó la posibilidad de que estas sanciones terminen desencadenando un conflicto arancelario, aunque dejó claro que tal decisión está en manos del presidente Donald Trump, quien ya había insinuado una respuesta drástica ante la situación.
El secretario aseguró que los colombianos no deberían ser las víctimas de las decisiones de su presidente, destacando que Colombia es un socio fundamental para Estados Unidos. En este sentido, reafirmó que "la política de Colombia no se refleja en el actual presidente."
Recordó además la visita de Petro a Nueva York durante la Asamblea General de la ONU, donde se unió a manifestantes y utilizó un megáfono para desafiar a las fuerzas armadas de EE. UU., lo que le ocasionó la revocación de su visa por parte de las autoridades estadounidenses.
Rubio enfatizó la distinción entre las acciones del presidente Petro y las relaciones históricas y sólidas que mantienen con el pueblo colombiano, confiando en la resiliencia de las instituciones del país, particularmente las fuerzas armadas.
A medida que Colombia se prepara para las elecciones presidenciales de 2026, Marco Rubio manifestó que no teme que estas tensiones resulten en un impulso electoral para Petro, subrayando que este conflicto no es entre Estados Unidos y Colombia, sino una respuesta a la hostilidad de un líder extranjero.
Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) tomó medidas contra Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti, al incluirlos en la lista de sanciones. Por otro lado, el Departamento de Estado también retiró la certificación de Colombia en su lucha contra el narcotráfico, argumentando que esta decisión refleja la ineptitud del actual presidente.
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