En un encuentro celebrado este lunes en Madrid, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, compartió sus opiniones sobre la situación de Gaza durante una reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump. Netanyahu afirmó que existen naciones dispuestas a recibir a los habitantes de la Franja, mientras que Trump describió este territorio como una "trampa mortal".

Netanyahu, buscando clarificar la polémica situación en Gaza, argumentó que lo que realmente sucede es que los palestinos están "encerrados" y no "retenidos", en relación a un plan estadounidense que propone reubicar a la población palestina en otros países. Subrayó que no es responsabilidad de Israel mantenerlos en esta situación.

El primer ministro israelí trazó paralelismos entre la difícil situación de Gaza y la de otros conflictos bélicos, como los de Ucrania y Siria, donde la población ha podido escapar. Sostuvo que se están negociando posibilidades con diferentes países que están abiertos a recibir a los gazatíes, aunque se abstuvo de revelar detalles sobre qué naciones estarían involucradas.

Por su parte, Trump abogó por convertir Gaza en un "lugar seguro" para los palestinos, indicando que, si bien respalda la reubicación de la población, también existen otras alternativas a considerar. Además, reflexionó sobre la retirada israelí de Gaza en 2005, expresando su desconcierto sobre la decisión de Israel de entregar este territorio, señalando que se prometió paz, pero los resultados han sido desalentadores.

En otro aspecto de la conversación, Netanyahu informó sobre los esfuerzos de Israel para establecer un nuevo acuerdo que faciliten la liberación de rehenes y un alto el fuego. Aseguró que el objetivo es liberar a todos los rehenes y expresó su deseo de que los esfuerzos actuales sean fructíferos. “Los rehenes están sufriendo y nuestra meta es que todos ellos regresen a casa”, añadió con preocupación.

Además, Trump sugirió la posibilidad de activar su influencia para mediar entre Israel y Turquía, que tienen conflictos de intereses en Siria tras la caída de Bashar al Assad. El presidente estadounidense destacó su buena relación con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien calificó de "muy inteligente". Trump elogió a Erdogan por sus logros en la región, resaltando su papel en Siria, y expresó su interés en actuar como intermediario para resolver tensiones entre Israel y Turquía, siempre que las negociaciones sean razonables.