En Madrid, el 29 de octubre, un llamado a la acción ha resonado en el ámbito automovilístico europeo. José Antonio León Capitán, al frente de Comunicación del Grupo Renault en España, ha instado a la Unión Europea a reconsiderar su enfoque respecto a los objetivos de emisiones de CO2 para el sector. Su argumento se centra en la necesidad de una mayor flexibilidad en las regulaciones, una medida que considera esencial para asegurar el futuro y la competitividad de la industria automotriz en Europa.
Durante su intervención en el VI Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por 'El Español', León Capitán expresó que es crucial que los objetivos de emisiones sean razonables y viables, para que las fábricas puedan mantener su competitividad en un entorno en constante cambio. "Es vital que se brinde cierta flexibilidad a estos objetivos", subrayó en un contexto en el que la industria se enfrenta a presiones sin precedentes.
El director de comunicación también destacó el “compromiso evidente” de los fabricantes, incluido Renault, hacia la descarbonización, reforzando su determinación de alcanzar estos objetivos y ofrecer alternativas de movilidad que sean limpias y seguras. Sin embargo, hizo hincapié en la importancia de considerar más que solo las emisiones directas de los vehículos, señalando la necesidad de evaluar toda la cadena de producción y logística involucrada en la fabricación de automóviles.
“Es fundamental que se tenga en cuenta el proceso completo, no solo las emisiones que salen del tubo de escape”, enfatizó, subrayando la complejidad del panorama actual en el que se desarrolla la industria. Dijo que una visión integral permitirá adoptar estrategias más efectivas en la lucha contra el cambio climático.
Además, León Capitán alertó sobre el efecto perjudicial de la sobrerregulación en el sector automotriz a nivel europeo, señalando que esto dificulta enormemente la adaptación a las crecientes exigencias normativas. “La carga regulatoria actual está generando un gasto significativo de tiempo y recursos para las empresas”, comentó, revelando que este sobrecoste representa un 25% del presupuesto destinado a investigación y desarrollo en Renault, lo que frena la competitividad tanto de los fabricantes como de los consumidores.
“Es fundamental mantener un marco regulador que sea coherente y racional, mientras continuamos trabajando hacia nuestros objetivos”, resumió, abogando por un enfoque más pragmático y flexible. Tal flexibilidad no solo beneficiaría a la industria, sino que también haría más accesibles las innovaciones tecnológicas para los consumidores.
Por último, León Capitán reafirmó el compromiso de Renault de seguir ampliando su gama de vehículos híbridos, que en gran parte se producen en España. Buscan ofrecer a los clientes una transición más segura hacia la movilidad eléctrica, al tiempo que resaltan que el rendimiento de estos vehículos es significativamente mejor que hace diez años, eliminando así las inquietudes que pudieran tener los consumidores sobre este tipo de movilidad.
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