En un giro inesperado, el Kremlin ha manifestado este martes que una posible interrupción de la asistencia militar estadounidense a Ucrania podría actuar como un catalizador hacia un eventual diálogo de paz. Esta declaración surge tras informes en medios norteamericanos que indican que el presidente Donald Trump habría ordenado tal suspensión tras una encuentro tenso con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha expresado que, de confirmarse esta decisión, significaría un “paso positivo hacia el proceso de paz” en la región. Peskov ha enfatizado que hasta ahora, Estados Unidos ha sido un actor clave en la provisión de apoyo militar a Ucrania, sugiriendo que la retirada de ese respaldo podría ser un movimiento estratégico en favor de la desescalada del conflicto.

El vocero ruso ha indicado que “suspender tales suministros podría ser la contribución más significativa hacia la paz”, aunque también ha señalado que la reciente promesa de apoyo continuado por parte de países europeos parece ser un intento de compensar la eventual falta de recursos que esta medida estadounidense podría acarrear.

En sus comentarios, Peskov ha subrayado que los Estados Unidos han sido responsables de la mayor parte de los envíos de armamento a Ucrania. “Estamos a la expectativa de cómo evolucionará la situación en el terreno”, ha agregado, instando a cautela ante las especulaciones que surgen en torno a este delicado asunto, según lo reportado por la agencia Interfax.

Estas declaraciones del Kremlin se producen después de que un oficial estadounidense confirmara que Trump “está decidido a priorizar la paz”. En este contexto, el funcionario subrayó que la suspensión de la asistencia militar se lleva a cabo con el objetivo de fomentar un compromiso similar por parte de los aliados en la búsqueda de soluciones pacíficas.

Por su parte, otra fuente anónima del gobierno estadounidense ha revelado que la pausa se aplicará al material militar que aún no haya llegado a Ucrania y que podría levantarse si Zelenski demuestra un renovado interés en las negociaciones de paz. Esta medida, tomada a última hora del lunes, se interpreta como una respuesta directa a lo que Trump define como un “comportamiento poco apropiado” de parte del líder ucraniano, en un intento de intensificar la presión hacia el gobierno de Ucrania.