MADRID, 26 de octubre.

En un giro decisivo en las relaciones entre Estados Unidos y Brasil, los presidentes Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva han iniciado conversaciones en las cercanías de la Cumbre de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) en Malasia. Su agenda incluye la posibilidad de reducir en un 50% los aranceles impuestos por EE.UU. sobre productos brasileños, una medida que podría repercutir positivamente en la economía sudamericana.

La reunión entre ambos líderes surge como una respuesta a la crisis comercial acentuada por la nueva política arancelaria de Trump. Este ha insinuado que estaría dispuesto a revisar su enfoque hacia Brasil "si las condiciones son propicias", lo que deja abierta la puerta para posibles negociaciones que beneficien a los dos países.

Antes de dar inicio a las conversaciones, Trump expresó su entusiasmo, afirmando: "Es un gran honor estar con el presidente de Brasil. Estoy convencido de que podemos alcanzar acuerdos significativos que beneficiarán a ambas naciones. Siempre hemos mantenido una relación cordial y estoy seguro de que esto seguirá así".

Uno de los puntos cruciales a discutir será el mercado de la soja. Ante la caída de las compras chinas de productos estadounidenses debido a la guerra de aranceles provocada por Trump, Brasil ha surgido como el principal proveedor de este cultivo. Las proyecciones indican que las exportaciones brasileñas de soja alcanzarán los 102,2 millones de toneladas hasta finales de octubre, superando los volúmenes anuales de 2023 y 2024, lo que refleja la falta de competidores estadounidenses en este sector.

Desde septiembre, los vínculos entre Lula y Trump se han estrechado notablemente. Durante la Asamblea General de la ONU, ambos líderes intercambiaron palabras y coincidieron en tener una "buena química". Además, hace unas semanas mantuvieron una conversación telefónica que duró aproximadamente 30 minutos, sentando las bases para un diálogo más profundo y colaborativo entre sus naciones.