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Víctimas de ETA critican al alcalde de San Sebastián por homenaje a Mikel Zabalza en Intxaurrondo.

Víctimas de ETA critican al alcalde de San Sebastián por homenaje a Mikel Zabalza en Intxaurrondo.

Madrid, 29 de noviembre. En medio de un creciente debate sobre el legado del terrorismo y la violencia política en España, las asociaciones Dignidad y Justicia (DyJ) y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) han expresado su firme oposición a la instalación de una placa en memoria de Mikel Zabalza, que se llevará a cabo el próximo sábado en San Sebastián, cerca de la Comandancia de la Guardia Civil en Intxaurrondo.

La decisión del Ayuntamiento de San Sebastián de honrar a Zabalza, a quien se considera una víctima de la violencia policial en 1985, se enmarca dentro de una serie de actos destinados a visibilizar a las víctimas del terrorismo y de la violencia política en la región. Con esta nueva placa, se eleva a 32 el número de homenajes realizados por el consistorio para recordar a aquellos que sufrieron por estos fenómenos trágicos.

En una carta fechada el 27 de noviembre, Dignidad y Justicia ha manifestado su desacuerdo con la colocación de la placa al argumentar que esta iniciativa se “desvincula completamente de la única verdad que en un Estado de Derecho sirve para acreditar la vulneración de derechos humanos, como es la verdad judicial”. Este enfoque desafía la necesidad de reconocer los hechos desde una óptica que respete la legalidad y la justicia.

Las críticas se centran en un informe de una comisión dedicada a la reparación y reconocimiento de víctimas de violaciones de derechos humanos, el cual, según DyJ, establece que no existe relación entre Zabalza y la organización terrorista ETA. Además, el informe sostiene que sufrió torturas y tratos inhumanos que resultaron en su muerte a manos de la Guardia Civil, lo que refuerza la postura de esta organización sobre la gravedad del caso.

DyJ también señala que varios informes judiciales documentan la desaparición de Miguel María Zabalza como un evento de notable relevancia en el contexto de las acciones de ETA, una afirmación que se recoge en la carta firmada por Daniel Portero, representante de la organización.

La presidenta de la AVT, Maite Araluce, ha sumado su voz a la controversia con una carta enviada al alcalde Eneko Goia el 29 de noviembre. En ella, critica la decisión de honrar a Zabalza al considerar que se integra en una lógica nacionalista promovida por el entorno de ETA, lo que, a juicio de Araluce, desvirtúa la narrativa histórica.

“En reconocimiento del trabajo impecable realizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, consideramos que no se puede hablar de víctimas de violencia policial, ya que en casos en los que pudiera demostrarse algún tipo de daño, estos deberían verse como hechos aislados y puntuales”, argumenta la AVT en su misiva, clamando por una narrativa que priorice su perspectiva como víctima del terrorismo.

Desde la AVT, se expresa un particular descontento ante la ubicación de la placa, sugiriendo que su colocación frente al cuartel de Intxaurrondo podría interpretarse como una acusación a la Guardia Civil, que ellos consideran una fuerza heroica. Recuerdan que 201 miembros de esta institución fueron asesinados por ETA, un punto que refuerza su llamado a la memoria y homenaje hacia los cuerpos de seguridad.

La ceremonia de colocación de la placa está programada para las doce del mediodía y se llevará a cabo en la calle Baratzategi, junto a la Comandancia de la Guardia Civil. Al evento asistirán el alcalde Eneko Goia, representantes de los grupos municipales y familiares de las víctimas, en un acto que busca reivindicar la memoria de los afectados por la violencia.

Mikel Zabalza Garate, quien contaba con 32 años y era originario de Orbaizeta en Navarra, trabajaba como chófer para la Compañía del Tranvía de San Sebastián y era militante del sindicato ELA. Fue detenido por la Guardia Civil el 26 de noviembre de 1985, y su cadáver apareció en el río Bidasoa 20 días después de su arresto, un suceso que ha dejado una profunda huella en la memoria colectiva del ámbito vasco.