Volvo Cars enfrenta pérdidas de 238 millones de euros hasta septiembre, en contraste con las ganancias del año anterior.
En Madrid, el 23 de octubre, las últimas cifras de Volvo Cars han dejado en evidencia un panorama desalentador para la compañía automotriz. Durante los primeros nueve meses del año, la empresa ha experimentado unas pérdidas significativas de 2.600 millones de coronas suecas, equivalentes a 238 millones de euros, en contraste con el sólido beneficio neto de 13.600 millones de coronas suecas (1.246 millones de euros) que logró en el mismo periodo del año anterior.
Las ventas hasta septiembre alcanzaron un total de 262.900 millones de coronas suecas, lo que se traduce en aproximadamente 24.087 millones de euros. Esta cifra representa una caída del 9% respecto a los ingresos obtenidos en los tres primeros trimestres de 2022.
En cuanto a las métricas de rentabilidad, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha cifrado en 27.400 millones de coronas suecas (2.510 millones de euros), lo que marca una reducción del 21% comparado con el mismo periodo del año anterior. Asimismo, el margen de Ebitda se ha establecido en 10,4%, en comparación con el 12% registrado en 2022.
El resultado operativo también ha mostrado un descenso alarmante, registrando un saldo negativo de 1.600 millones de coronas suecas (146 millones de euros), en contraposición a los 18.500 millones de coronas suecas (1.695 millones de euros) obtenidos hasta septiembre del año anterior. El margen operativo en este caso también ha entrado en números rojos, situándose en -0,6% frente al 6,4% alcanzado en 2022.
Al analizar el tercer trimestre en particular, la compañía ha logrado un leve crecimiento del 4% en su beneficio neto en comparación con el mismo período del año pasado, aunque este crecimiento se ha visto empañado por una caída del 7% en las ventas, que han decrecido hasta 86.439 millones de coronas suecas (7.920 millones de euros).
En términos geográficos, Volvo Cars ha enfrentado un desempeño desfavorable en todas sus regiones de operación, destacando una preocupante disminución del 21,9% en ingresos en el mercado estadounidense, que representa casi el 16% del total de sus ventas.
Hakan Samuelsson, consejero delegado de Volvo Cars, ha comentado sobre la presión que enfrenta la compañía: "Durante el tercer trimestre de 2025, nuestro rendimiento se vio afectado por la contracción del mercado 'premium' y la competencia intensa, particularmente en el sector de vehículos eléctricos. A pesar de las señales positivas de este trimestre, permanecemos ante varios retos, como la competencia en precios y el impacto de los aranceles".
De cara al futuro, la empresa prevé un mercado cada vez más complicado, con amenazas macroeconómicas persistentes. Sin embargo, Samuelsson ha subrayado que, en septiembre, se observaron señales de recuperación en las tendencias de ventas, y que los esfuerzos en la gestión de costos y efectivo comenzarán a dar resultados positivos en el tiempo venidero.
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