Díaz desafía al PP a renunciar a su sede financiada en negro tras sus acusaciones sobre la corrupción del PSOE.
En la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso, la tensión entre los partidos alcanzó un nuevo nivel cuando la secretaria general del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, lanzó duras acusaciones contra la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Según Gamarra, Díaz ha demostrado ser una "gran mentira" y ha mostrado una preocupante permisividad frente a la corrupción que, según sostiene, afecta al PSOE con la reciente trama Koldo, lo que, a su juicio, acerca a la formación Sumar a una posible "disolución".
En respuesta a las acusaciones, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no dudó en recordar al PP su propio historial con la corrupción, enfatizando que su partido ha sido condenado por este tipo de prácticas, especialmente en relación al caso Gürtel. Díaz instó a Gamarra a que el PP deje la sede de Génova, construida con dinero ilícito vinculado a esa trama, argumentando que no tienen autoridad moral para criticar a otros.
Gamarra, durante su intervención, cuestionó la honestidad de las afirmaciones de Díaz sobre corrupción, señalando que la vicepresidenta hace un llamado a la "tolerancia cero" cuando se trata de otros, pero opta por el silencio cuando se refiere a correligionarios del PSOE. La dirigente popular afirmó que hay una clara doble moral por parte de Sumar, lo que, según ella, causa su inminente disolución, aseverando que Díaz y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparten una preocupante disposición a hacer lo que sea necesario para mantenerse en el poder.
En su discurso, Gamarra no escatimó en críticas hacia la gestión del gobierno de coalición, mencionando que inicialmente prometieron ser el "gobierno más feminista", pero han fallado en enfrentar el machismo que, según ella, persiste en sus filas. Su ataque verbal fue claro: Díaz es, a su juicio, una figura engañosa en el panorama político actual.
Díaz, al defenderse de las imputaciones, lanzó una dura contraofensiva señalando que la corrupción del PP ha supuesto un coste de 68.000 millones de euros para el país, lo que la hace indigno de dar lecciones a otros. Además, cuestionó las decisiones del PP bajo el liderazgo de Mazón, señalando la adjudicación de contratos a empresas relacionadas con Gürtel como evidencia de complicidad, y acusando a Gamarra y su partido de encubrir esta situación.
Concluyendo su intervención, Díaz desafió a Gamarra a que el PP demuestre su compromiso real en la lucha contra la corrupción, sugiriendo que deberían comenzar en su propia organización, abandonando la sede de Génova 13, la cual, recordó, fue financiada con "dinero negro". La ministra hizo un llamado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, instándole a cumplir sus promesas y actuar con coherencia en este delicado asunto.
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